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  • viernes 26 de julio del 2024

Por qué votar por PPK

01 de junio del 2016

DESDE LA CHACRA
Escribe: Ing. Luis Zuñiga Rosas
 
En la segunda vuelta electoral para definir la Presidencia de la República, el cinco de junio  los productores agrarios del país y los peruanos mediamente democráticos no tenemos otra alternativa que votar por Pedro Pablo Kuczynski Godard (PPK), porque  él —sin ser el candidato ideal para el campo y las mayorías nacionales— presenta más méritos y mucho menos desméritos que su contrincante Keiko Sofía Fujimori Higuchi.

  • En primer lugar, PPK se distingue por registrar una trayectoria familiar, académica y profesional intachable, incluso en escala internacional.
  • Segundo, posee vasta experiencia de gobierno en democracia, por haber sido Ministro de Energía y Minas en la segunda administración del Arq. Fernando Belaúnde Terry, así como Ministro de Economía y Finanzas y Presidente del Consejo de Ministros en el gobierno de Alejandro Toledo
  • Tercero, él es un hombre inteligente, culto, rico y maduro, que no necesita robar para incrementar su cuantiosa fortuna.
  • Cuarto, si algo necesita PPK para redondear su exitosa carrera vital es gloria en la etapa final de su vida; lo que sólo puede lograr haciendo un buen gobierno
  • Quinto, si bien él no hizo nada significativo por el campo  cuando estuvo en el poder, probablemente por no conocerlo; los  calificados profesionales que conforman  su equipo agrario, su plan sectorial y sus recientes anuncios en torno a éste, indican que PPK ha comprendido que sin reactivación prioritaria y desarrollo incluyente del agro no hay futuro para el Perú, y
  • Sexto, por haber tenido un rancho ganadero en EE.UU., según nos contó a varios dirigentes agrarios cuando lo visitamos en el MEF hace unos 12 años, él sabe cómo el Estado ayuda, promueve y defiende a sus granjeros hasta  en la primera potencia del mundo.
  • Por eso debemos votar por PPK.
  • En cambio, no por Keiko Fujimori, porque ella entraña los siguientes riesgos principales: continuidad o restablecimiento  del gobierno autocrático, desinstitucionalizador  y cleptocrático de su padre; venganza contra los que cuestionaron y aún cuestionan a éste, y captura del apoyo popular con medidas populistas y clientelistas.
  • Para hacer eso y mucho más, ella cuenta con una mayoría absoluta e incondicional en el futuro Congreso de la República, igual que con varios manipuladores reclicados de la dictadura de su progenitor. O sea que en su posible gobierno el Poder Legislativo no podrá  fiscalizar al Poder Ejecutivo, haga lo que quisiera hacer éste.
  • No podemos descartar absolutamente que Keiko  pudiera hacer un gobierno distinto al de su padre. Sin embargo, lo dudamos, remitiéndonos a los hechos:
  • Primero, ella fue Primera Dama de la Nación durante siete de los 10 años y pico del régimen fujimontesinista, la mayor parte de tiempo como estudiante universitaria y profesional, o sea, en pleno ejercicio de sus facultades mentales. Sin embargo,  jamás cuestionó y menos aún denunció los innumerables atentados contra la institucionalidad democrática, los saqueos del erario nacional y los crímenes de lesa humanidad perpetrados en ese período.
  • Por el contrario, Keiko permitió  el inícuo maltrato paterno a su madre, Susana Higuchi, por haber denunciado ésta  el tráfico ilícito de donaciones japonesas por sus tías Fujimori, hoy prófugas de la justicia. Luego, probablemente  como premio a su silencio, sería ungida Primera Dama.
  • Pocos años después, ya fuera del gobierno, fue elegida Congresista de la República, cargo desde el cual debió demostrar algo de lo que hoy predica. Tanto que ella hoy no puede mostrar siguiera una ley  de su iniciativa —una sola— en bien  incluyente del país en general, menos aún  del agro y la alimentación.
  • Además, de no poder probar lo bueno que hizo durante sus cinco años en el Poder Legislativo, Keiko  tampoco puede demostrar en qué institución o empresa ejerció o ejerce la profesión que obtuvo en EE.UU. —igual que todos sus hermanos— a costa del Perú.
  • Finalmente, diversas investigaciones y revelaciones periodísticas indican que Fuerza Popular, el partido de Keiko, está infiltrado por varios ricos repentinos que no pueden explicar convincentemente el origen de sus fortunas súbitas, entre ellos —nada menos— su  secretario general, Joaquín Ramírez Gamarra.
  • ¿Podemos confiar el destino de todo el país a alguien que no supo defender —como hacen  normalmente los jóvenes— al Estado de Derecho, ni puede acreditar buena gestión legislativa, menos todavía experiencia de gobierno en democracia, y encima tiene un entorno moralmente cuestionable?
  • Además cabe recordar que Keiko Fujimori ha llegado a la expectante posición política en que se encuentra —fundamentalmente, casi exclusivamente— gracias a la identificación de un notable sector de peruanos con algunas obras positivas y las numerosas medidas  clientelistas del gobierno de su padre. No por méritos propios, como PPK.
  • Pero por lo menos  los agrarios jamás debemos olvidar que Alberto Fujimori y su ministro Carlos Boloña Behr destruyeron a casi todos nuestros gremios, al privarles del autogravamen y luego manipularlos  con fines clientelistas; al liquidar al Banco Agrario del Perú, ENCI, ECASA, EMCOPESA y Super EPSA, entre otras entidades  públicas que  —mal que bien— trabajaban con los productores; al abrir la importación indiscriminada de alimentos subsidiados en el exterior, en contra de la producción nacional; al eliminar los límites de la propiedad de tierras y la intangibilidad de éstas en las áreas periurbanas, para dar origen al neolatifundismo desbocado de hoy; al imponernos tractores y equipos japoneses  y chinos adquiridos  sin licitación, y en fin, al jugarse por los monopolios y oligopolios privados, no por los pequeños y medianos productores, y menos aún por las comunidades campesinas y nativas.
  • Si todo lo aquí evocado no es suficiente, a los agrarios que ingenuamente piensan votar por Keiko Fujimori les pregunto: ¿Por qué ella no ha querido llamar o recibir a todas las instituciones representativas del agro, a todas; no  únicamente a algunos(as) dirigentes(as)  buscavidas, para decir —en blanco y negro— cómo haría cumplir  los preceptos proagrarios de la Constitución impuesta por el régimen de su padre?
  • Por todo lo dicho, el cinco de junio debemos votar por Pedro Pablo Kuczynki, incluso porque   él ya está muy viejo como para correrse el riesgo de terminar socialmente repudiado por hacer un mal gobierno. Además, como  PPK no tendrá mayoría absoluta en el Congreso, sin duda buscará el respaldo del pueblo para  honrar sus promesas y compromisos electorales.

Los productores agrarios del país y los peruanos mediamente democráticos no tenemos otra alternativa que votar por Pedro Pablo Kuczynski Godard (PPK), porque  él —sin ser el candidato ideal para el campo y las mayorías nacionales— presenta más méritos y mucho menos desméritos que su contrincante Keiko Sofía Fujimori Higuchi.”

 
 


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