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  • sábado 23 de noviembre del 2024

Del diluvio a la reconstrucción

04 de abril del 2017

Diluvio y Crisis
Al escribir estas líneas las lluvias, no dejaban de causar  deslizamientos, huaicos e  inundaciones en 715 distritos del país. Es una catástrofe natural sin precedentes inmediatos. Atrás quedó, la dolorosa experiencia del  Fenómeno “El Niño” 1997-1998, que por su magnitud fue declarado el más violento del Siglo XX. Lo que sucede ahora, dramáticamente lo supera con 85 personas fallecidos, 672, 892 afectados y 111,283 damnificados, que fácilmente aumentará a un millón de peruanos golpeados por los inclemencia de la naturaleza.

  • Demás está seguir buscando culpables de lo acontecido. La verdad es que la naturaleza, desequilibrada por los daños que los seres humanos le infringimos a diario con el calentamiento global y otras agresiones a la madre tierra, lo que hace es reaccionar, recuperar los espacios perdidos y decirnos claramente que no podemos seguir en esta línea de autodestrucción. El Perú poco puede hacer para revertir esta situación, por el tamaño del peso y gravitación en el escenario mundial. Sin embargo, de las experiencias y a la fuerza tendrá que aprender.
  • Como en la narración bíblica del diluvio universal, las previsiones de Noé y sus acciones de repoblamiento de la tierra, guardamos la esperanza que en pocas semanas las aguas se calmen y de alguna forma recobraremos el clima tan variado que ha bendecido nuestras tierras, debiendo pasar a la tarea de reconstruir el campo y la ciudad y recuperarnos como sociedad.

 DAÑOS EN EL AGRO
Las cifras preliminares del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) señala que a la fecha hay  21,435 hectáreas agrícolas afectadas en  715 distritos. Algunos plantíos norteños de exportación, como el mango y la uva de mesa acababan de terminar sus cosechas. Algo de mango se perderá por la inundación de una de las plantas de tratamiento hidrotérmico. Las uvas casi todas ya están en puerto. En cambio, el banano orgánico ha sufrido un fuerte sacudón, pues las principales áreas de Tumbes y Piura están anegadas y colapsadas.

  • El resto del país tiene pérdidas básicamente en cultivos de pan llevar, hortalizas, menestras y diversos frutales, como en los casos de Trujillo, Ica (incluyendo Cañete) y Lima Provincias, no sólo en sus partes altas, sino en los valles de Mala y otros.

LA EMERGENCIA
La situación de emergencia durará aproximadamente un mes más. El sol esplendoroso de la temporada ayudará a secar los campos y a medir la dimensión real de daños y pérdidas. En este período la ayuda estatal y la solidaridad de los peruanos deben hacerse presente, pues la ausencia de agua potabilizada, alimentos no perecibles y la atención a las demandas de salud y seguridad nos ocuparán varias semanas. Al mismo tiempo el campo no afectado seguirá cosechando a fin de abastecer el mercado nacional y de Lima en especial. Allí nos encontraremos con la falta de infraestructura de transportes, de empaque y una logística seriamente dañada, entre ellos la Carretera Central, columna vertebral del comercio agrícola y no agrícola
LA RECONSTRUCCIÓN
Esta es la etapa crucial. Habrá que atender varios frentes:

  1. La infraestructura agraria de embalses, canales, pozos de bombeo y otras a nivel de parcela tendrán que ser repuestas, pero en el marco de un tratamiento integral de cuencas.
  2. Las defensas ribereñas, que no deben reconstruirse en el mismo lugar, ni en las mismas dimensiones. La autoridad deberá disponer, ampliar y profundizar los cauces. Las defensas deben respetar el espacio de las correntías, para que no se produzcan desbordes e inundaciones con la crecida de los ríos.
  3. La reconstrucción de las chacras y viviendas rurales.
  4. Trabajos de sembrío, agrotecnia y labores culturales. Esto requiere de fijarse metas. Creo que abordar la segunda campaña chica en la costa es un imperativo que ayudará a la economía de los agricultores damnificados.
  5. Reposición del capital de avío pecuario. Esta es una gran tarea en donde la acción del Estado y del AGROBANCO deben estar presentes con imaginación pero muy activamente. La pobreza rural se intensifica con estas pérdidas cíclicas de capital. No se trata entonces de habilitar 1,000 soles por hectárea agrícola afectada, como ya ha anunciado el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI). Hay que estudiar cada caso, en cada valle afectado, a fin de aprovechar la circunstancia para habilitar fondos suficientes como para hacer rentable la economía de los pequeños agricultores.
  6. Seguro Catastrófico Agrario (SAC), el MINAGRI está alertando los dispositivos legales para ampliar la cobertura del SAC en todo el país con un subsidio de 100% de las arcas del Estado. Esperemos que lo cumpla.
  7. Crédito sí pero para chacras seguras, que no invadan los cauces de los ríos; que tengan defensas sólidas y que los cultivos sean los más apropiados para rentabilizarse.
  8. El MINAGRI, debe manejar un fondo especial para afrontar una emergencia hidroclimática.
  • Hay mucho para escribir sobre el tema, pero lo que el mundo agrario necesita de sus autoridades es acción concertada, oportuna, creativa y suficiente. Es la oportunidad para revertir, en algunos sectores agrarios, los problemas históricos. Suerte para todos y que Dios ilumine a quienes tengan que asumir decisiones y responsabilidades.

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