Consejos para el cuidado de las abejas

Tras un estudio publicado en febrero del 2016 por la FAO, con eje en la evaluación del impacto de la polinización apícola en los rendimientos de cultivos en 344 parcelas de América Latina, África y Asia, la investigadora Nadine Azzu, Coordinadora del Proyecto Global en la División de Protección y Producción Vegetal de la FAO, destaca algo muy relevante: “El cambio climático plantea otro problema: las abejas tendrán que sobrevivir con temperaturas más altas. Además, las flores en algunas partes del mundo se están abriendo en momentos diferentes a lo que era habitual, y las abejas no están allí para polinizar”.

Frente a este tema, como las abejas —silvestres y domésticas— tienen distintos hábitos e incluso capacidades de vuelo, la Cámara de Procultivos de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, después de dos años de encuentros entre apicultores y agricultores, identificó las claves para las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y las Buenas Prácticas Apícolas (BPAp), las cuales se pueden replicar en los distintos países.

Para ello recomiendan realizar las siguientes prácticas:

BUENAS PRÁCTICAS AGRÍCOLAS

• Consultar al ingeniero agrónomo sobre el manejo integrado de cultivos.
• Llevar registros de los lotes y los cultivos en los que se señalen actividades como monitoreo, aplicación de productos e inventario de los mismos.
• Identificar los polinizadores que habitan alrededor de 1 kilómetro del cultivo y llevar un registro de sus hábitos y actividades.
• Identificar los momentos de interacción de los polinizadores en los cultivos, para determinar el tipo, la forma y las horas de aplicación de los plaguicidas.
• Conocer y aprovechar los calendarios florales.
• Leer la etiqueta del plaguicida antes de aplicarlo al cultivo y seguir todas sus recomendaciones.
• Comprar productos registrados ante las autoridades competentes de cada país.
• En cultivos atractivos para los polinizadores, escoger los plaguicidas menos tóxicos para ellos.
• Establecer zonas de amortiguamiento (sin aplicaciones de plaguicidas) entre las áreas aplicadas y el hábitat de los polinizadores y sus colmenas.
• Evitar aplicar plaguicidas sobre malezas atractivas para los polinizadores durante la floración, y
• Comunicar al apicultor cuándo, dónde y cómo va a realizar la aplicación de plaguicidas.

BUENAS PRACTICAS APICOLAS

• Conocer las plantas que rodean el apiario para determinar en qué porcentaje se van a beneficiar las abejas.
• Tener una fuente hídrica cerca del apiario, con agua disponible y de buena calidad.
• Conocer el rango de vuelo de las abejas. El vuelo de este polinizador no sobrepasa un kilómetro.
• Construir barreras de protección para el apiario: en clima cálido, mínimo a 100 metros de casas, animales encerrados o caminos transitados, y en clima frío, hasta 10 metros.
• Rodear el apiario con una barrera interna para obligar a que las abejas salgan, al menos, a dos metros de altura.
• Conocer el procedimiento en caso de picaduras de abejas. Tener botiquín en el apiario en el que esté escrito el procedimiento, teléfonos de ayuda y la dirección del centro médico más cercano.
• Llevar registros que respalden el crecimiento o decrecimiento del apiario.
• Explicar al agricultor las situaciones especiales en las que debe tener elementos de protección.
• Desyerbar muy cerca del apiario con guadaña eléctrica, verificar el número de colonias y cubrir las colmenas en urgente necesidad de fumigar.
• Hacer acuerdos con los vecinos del apiario para la instalación del mismo.
• Explicar a los agricultores vecinos los beneficios que se pueden obtener del apiario, y

● Hacer prevención sanitaria para evitar infecciones o infestaciones en los apiarios y prevenir la sobreexplotación de las abejas.