La industria láctea recombina 53 000 toneladas de leche en polvo

La leche fresca es uno de los productos agropecuarios más importantes en términos económicos para el país, junto con la papa, arroz, carne, etc. Los casi dos millones de toneladas de producción anuales de leche fresca, en promedio, representan el 5% del valor bruto de producción del sector e involucra a más de 453,000 productores.

Según la Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (AGALEP), la producción diaria de leche fresca es de 5.3 millones de litros y la demanda de la industria láctea es de 2.6 millones de litros/día, es decir 49% de la producción nacional. Entonces, cuando las grandes empresas lácteas  afirman que es una obligación importar leche en polvo por no ser autosuficientes, eso es falso.

Paradójicamente, la importación de leche en polvo, suero, lactosuero y grasa láctea, en los últimos diez años, en el marco del TLC con EE.UU., nuestro principal proveedor, ha crecido  a pasos agigantados, pasando de 31,000 TM en el 2008 a 76,000 en el 2018, para usarse en la elaboración de leche evaporada, yogur, queso y mantequilla (ver gráfico N°1).

Según el Sr. Clímaco Cárdenas, Presidente de AGALEP: “La industria láctea recombina 53 mil toneladas de leche en polvo importada y si se le suma la grasa, suero, lactosuero también importados, que significa 1.8 millones de litros de leche diluida por día, que es lo que dejan de comprar al productor nacional”.  Incluso, los programas sociales son atendidos por pocas industrias lácteas.

Precisamente, el 25 de junio del  2008 Alan García Pérez derogó unilateralmente —vía Decreto Legislativo N°1035 (Atr.3)— la XV Disposición Complementaria del Decreto Legislativo N°653 O “Ley de promoción de las inversiones en el sector agrario”,  que no permitía la recombinación industrial de leche. Desde esa fecha también se bajaron los aranceles de importación de este producto de 25% a 0%, y la franja de precios sufrió una reducción de 85%.

La consecuencia de esta irresponsable política de apertura, es haberle suministrado durante muchos años a nuestros niños y jóvenes un producto llamado leche que no procede de la vaca.  Mientras otros países que protegen a los niños y a las madres, subsidian  a la leche. En el Perú no hay ningún apoyo  a la ganadería lechera, la misma que tiene que  bailar sola con su pañuelo, recibiendo precios irrisorios  por cada litro; y en adelante, tal como se ha anunciado,  no habrá empresa que  acopie la leche porque resulta más fácil recombinar leche en polvo con agua.

“El resultado del TLC Perú-EE.UU. es nefasto para el sector ganadero-lechero, pues ha sufrido una desaceleración productiva alarmante, por ejemplo en el gráfico adjunto (N°2) se aprecia que durante los años 2000 al 2009 el crecimiento acumulado fue de 82%, en el periodo 2005–2014 el crecimiento acumulado fue de 50%, pero entre 2008–2017 en que se cumplen 10 años de haber desmantelado todos los mecanismos de promoción a la producción de leche y protección al consumidor, sólo se creció 28%. Lamentablemente, el ejecutivo hasta la fecha no toma ninguna decisión política para revertir esta terrible situación”, manifiesta el presidente de AGALEP.

El consumo pér cápita de leche en el país también ha sufrido un bajón, un peruano en promedio consume 70-75 litros de leche al año, no obstante, la FAO recomienda 120 litros/persona/año, incluyendo derivados. La brecha es de 50 litros.

Publicado en Agronoticias N°457

 

Gráfico N°1

IMPORTACIÓN ANUAL ACUMULADA

DE INSUMOS EN POLVO

(En toneladas métricas)

Gráfico N°2

DESACELERACIÓN DE LA PRODUCCIÓN DE LECHE