Cómo producir forraje verde hidropónico

Hacer  germinar granos de cebada, avena, trigo, maíz u otras especies similares, en una solución nutritiva acondicionada en bandejas de plástico superpuestas en estantes de fierro, es una de las alternativas más prácticas, eficientes y económicas que pueden aplicar los criadores de camélidos, vacunos, ovinos, caprinos, conejos, cuyes y otros animales herbívoros, para brindar alimentación nutritiva a éstos.

Se trata de la tecnología que permite obtener en costa, sierra y selva forraje verde hidropónico (FVH) en ambientes cerrados y en períodos de sólo 11 a 15 días.

El Ing. Agr. Walter Ortíz Martín, docente del Instituto de Superior Tecnológico Público “Huando” de Huaral, Lima, nos proporciona las pautas para producir el FVH.

Para el efecto, basta construir un invernadero rústico, con el fin de proteger al cultivo de la exposición directa a los rayos solares, las bajas temperaturas y otros factores adversos del ambiente libre.

Así, en el caso de la cebada o el maíz se puede obtener de cada 1,000 gramos de semillas, ocho kilos de forraje suculento, en sólo 11-15 días, según el lugar específico.

Ventajas:

Las principales ventajas del forraje verde hidropónico son:

1) Alto valor nutritivo: Pues las raíces, tallos, hojas y semillas del forraje —integralmente aprovechables por el animal— son ricas fuentes de carbohidratos, azúcares, proteínas, minerales y vitaminas. Ningún forraje convencional supera al FVH en calidad y valor nutricional.

2) Producción en poco espacio: Pues la densidad de siembra es alta: 5,000 gramos (5 Kg.) de semillas por metro cuadrado. Ejemplo: en un invernadero con  480 bandejas, para producir 500 kilogramos de FVH por día, se requiere una superficie total de sólo 75 metros cuadrados (área tratamiento de semillas, para estantes de germinación, para estantes de producción, pasadizos, etc.). En este espacio se puede producir 182,500 kilogramos de forraje fresco al año. En cambio, para obtener idéntico volumen de  alfalfa en campo abierto, necesitaríamos tres hectáreas, considerando un rendimiento promedio de 60,000 kilogramos por hectárea. O sea que un invernadero hidropónico de 75 metros cuadrados produce igual que tres hectáreas o 30,000 metros cuadrados de terreno agrícola.

3) Ahorro de agua: Se estima que para producir un kilogramo de alfalfa en campo abierto se requiere  300 litros de agua (incluyendo pérdidas por percolación, escorrentía, evaporación y evapotranspiración), mientras que para producir un kilogramo de FVH  se necesita sólo dos litros de agua.

4) Menor inversión: El costo de producción de FVH es 10 veces menor que el de alfalfa en campo abierto, para producir la misma cantidad.

5) Mayores índices de rendimiento, reproducción y sanidad en los animales: Gracias a los óptimos niveles de calidad y valor nutricional del FVH.

Producción:

1) El proceso de producción del forraje verde hidropónico comprende las siguientes etapas:

Selección de semillas: Para utilizar sólo simientes libres de plagas, enfermedades y magulladuras. Las mismas deben ser enteras y secas, tener por lo menos 85% de poder germinativo y no estar tratadas con pesticidas, plaguicidas y preservantes.

2) Lavado: Esencial para eliminar el polvo que contienen las semillas e —incluso— los microorganismos que podrían estar inmersos en el polvo. Para el efecto, hasta sumergir las simientes en agua y agitarlas por unos segundos, y luego eliminar el agua sucia. Repetir el procedimiento hasta tres veces, según el grado de suciedad que presenten las simientes.

3) Desinfección: Para eliminar esporas de hongos y microorganismos que pueden causar putrefacción durante los procesos de germinación y producción, sumergir las semillas en un solución de agua con lejía (hipoclorito de sodio) al 1%, lo cual significa 10 mililitros de lejía por cada litro de agua, durante lapsos que van de 30 minutos a dos horas, según el grado de contaminación que presenten los granos.

4) Remojo: Para ablandar la cutícula que recubre a cada grano, activar su vida latente, iniciar su actividad enzimática y facilitar la salida de la raíz, remojar las semillas en agua entre 12 y 24 horas.

5) Oreo: Tras el remojo, enjuagar las semillas con agua limpia y depositarlas en un recipiente con orificios en la parte inferior (tipo cedazo), para que se escurra el agua. Cubrir al recipiente con plástico, para evitar la pérdida de humedad. Ahí las semillas deben permanecer entre uno y dos días, hasta la aparición del “punto de brote”.  Tiempos excesivos de reposo provocan un mayor crecimiento de las raíces y un posible daño a éstas en el momento de realizar la siembra en las bandejas.

6) Siembra: Acondicionar las semillas en las bandejas del invernadero, con un espesor o altura de cama de 1.5 centímetros.

7) Germinación: Acondicionar las bandejas en estanterías bajo penumbra y regarlas tres veces al día, utilizando microaspersores o nebulizadores para climas con baja humedad.

8) Riego: El riego de las bandejas en la etapa de crecimiento del FVH debe realizarse sólo con microaspersores, nebulizadores o pequeñas pulverizadoras (“mochilas”) manuales. No es recomendable el riego por inundación, dado que el exceso de agua puede causar asfixia radicular (hipoxia), ataque de hongos y pudriciones indeseables.

9) Producción: Luego de la etapa de germinación (más o menos a los seis días), trasladar las bandejas a los estantes de producción, que deben tener mayor iluminación. Ahí regar al forraje dos veces al día con la solución nutritiva (agua más nutrientes), para proveerle los elementos que requiere para completar su desarrollo, y

10) Cosecha: Finalmente, la cosecha se realiza desmenuzando al  FVH en forma manual o mecánica, para un aprovechamiento pleno del mismo por  los animales.