Perú y Chile: Complemento y competencia

La  historia nos entrecruza a Perú y Chile en diversos momentos y circunstancias.  Durante el Incanato, Chile  fue parte de los dominios de Huayna Cápac;  durante el Virreinato del Perú  Chile fue  una Capitanía; luego vino la Guerra del Pacífico; las diferencias  por el mar fronterizo  que se resolvieron en la Corte de La Haya, avatares que están registrados y algunos por escribirse…

• En el campo económico hasta 1970, en que se creó el Pacto Andino, ambos países manteníamos cierta paridad en nuestros indicadores, los mismos que empiezan a distanciarse a fines de los años 70. En el 2016 el PBI en el Perú fue 22% menos que Chile, pese a tener una población mayor en 40%, lo cual explica que Chile tenga un ingreso percápita casi 45% mayor que el promedio peruano.
• Para una mejor ilustración en el cuadro adjunto colocamos algunas cifras que nos permiten explicar y abordar el tema agrario y agroexportador.

* Cifra aproximada, que no incluye forestal, productos pecuarios y otros que juntos llegan a más de 15,000 millones de dólares
■Fuente: BCR Perú, BCRChile; AGRODATA; ADEX; Agroforum; Portal Frutícola ODEPA y otros

• En las condiciones cualitativas de la macroeconomía expresados en el cuadro, Perú se acerca cada vez más al alto estándar chileno. Nuestra deuda y gasto público se mantienen en niveles cercanos y totalmente aceptables para cualquier economía estable. A ojos de extranjeros, hacer negocios en ambos países es prácticamente igual, con ligera ventaja para nosotros, pues estamos mejor ubicados en el ranking del Doing Bussiness.
• Chile tiene un largo recorrido en el manejo de los mercados internacionales, lo cual explica que la cuarta parte de su PBI se sustenta en las exportaciones. El Perú aún está por llegar al 18%.
• Pero en el mercado agropecuario interno la situación es muy distinta. Si bien es cierto que nuestro PBI Agropecuario es mayor, el soporte poblacional y de mano de obra es diferente. El Perú tiene siete millones y medio de pobladores viviendo en las áreas rurales, muchos de ellos sumidos en la pobreza y pobreza extrema; mientras que Chile sólo tiene dos millones en esas condiciones. Por lo tanto; la “torta” agraria por distribuir es largamente favorable a los campesinos y agricultores chilenos. Esto también nos lleva a que el 3% de la economía chilena sea agropecuaria, mientras que en el Perú es el 6%.
• Ahora bien, nuestra competencia agroexportable básicamente está en frutas, hortalizas y granos. Ellos llevan más de medio siglo en exportación de manzanas y paralelamente han avanzado en otros productos. Nosotros hemos tenido la experiencia del café y el algodón, pero sin que en ambos casos trasladásemos oportunamente esa experticia a otros productos. Es recién a mediados de la década del 90 del siglo pasado en que empezamos a movernos en las agroexportaciones.
• Desde esa fecha vamos en buena ruta, por ejemplo, el caso del espárrago, producto en el que Chile tuvo un boom exportador en los años 90. Pero, Perú entró con fuerza en esta producción sobre todo porque producimos todo el año y nuestra ventana comercial es la contraestación con el hemisferio norte; en el 2016 vendimos 556 millones y Chile 30. La producción de uvas va por el mismo camino, especialmente la de mesa. Chile tiene casi estancada su venta entre 1,200 a 1,400 millones de dólares, en cambio Perú en menos de 15 años ha pasado de 30 millones  de dólares a 633  millones de dólares  y con tendencia a seguir creciendo.
• Es interesante el tema de las paltas. Este es el producto frutícola identificado con mayor mercado potencial en el mundo, en especial Estados Unidos, Japón y China. Sus grasas benéficas son la sustitución ideal para las grasas de la comida chatarra. El Perú en el 2016, ya aventaja a Chile en exportación de paltas y nuestras posibilidades de crecimiento están cercanas a las 50 mil hectáreas en el mediano plazo.
• Hay mucho por repasar y reflexionar en esta competencia, que debe ser tomada en muchos aspectos como complementariedad, pues ambos buscamos los mismos mercados, ambos necesitamos de nuestras propias tecnologías y Perú, poco a poco, se independiza de los requerimientos de capital para crecer en varios frentes. Estoy seguro que para ambos países, en agroexportación, el futuro es promisorio. Pero sin dejar de saber que tenemos mucho que aprender de los éxitos del vecino, en especial en tecnología de campo y en comercio internacional.