Nutry Body se une a la estrategia comercial “Empresa Ancla” de Sierra y Selva Exportadora
16 de noviembre del 2023Café peruano conquista 52 mercados en el mundo
24 de agosto del 2023Pasco: Devida inicia entrega de más de 1200 toneladas de abono
24 de agosto del 2023Perú y Tailandia suman esfuerzos para fortalecer la medicina alternativa
24 de agosto del 2023Una de las semanas más bajas del limón fresco
24 de agosto del 2023Perú autoriza primer centro de producción y comercialización de material genético
24 de agosto del 2023Altos precios para la cebolla peruana
23 de agosto del 2023Ica: Identifican accesiones de pallar con genética para generar nuevas variedades
23 de agosto del 2023Perú mejorará oferta de alimentos cárnicos inocuos con 124 mataderos autorizados
23 de agosto del 2023Minam: Perú tiene una ventaja comparativa con la edición genética gracias a su biodiversidad
Los agricultores conservacionistas cuentan con más de 3,000 variedades de papa, 50 razas de maíz y 20 ecotipos de quinua, así como docenas de granos andinos y frutos amazónicos.
El Perú tiene una gran ventaja comparativa respecto a otros países en cuanto a la edición genética gracias nuestra biodiversidad, sostuvo el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), Gabriel Quijandría.
“Esta (la edición genética) es una de las herramientas más ingeniosas y trascendentales en el campo de la biología molecular, con múltiples aplicaciones en diferentes campos como la medicina y la agricultura. El Perú, como país megadiverso, tiene un enorme potencial para aprovechar esta herramienta con base a sus recursos genéticos”, resaltó.
Banco de genes
Según Quijandría Acosta, gracias al valioso trabajo de los agricultores conservacionistas, nuestro país cuenta con más de 3000 variedades de papa, 50 razas de maíz y 20 ecotipos de quinua, así como docenas de granos andinos y frutos amazónicos. “Cada una de estas especies y variedades es poseedora de genes que codifican características beneficiosas y únicas en el mundo”, acotó.
Explicó que tales genes muchas veces no están presentes en las variedades comerciales que se consumen a diario, pues transferirlas puede tomar muchos años a través de métodos convencionales. Sin embargo, el proceso se puede acelerar a través de la transferencia de genes de forma artificial (transgénesis), pero es una tecnología que genera muchas suspicacias por parte de los consumidores, e implica riesgos para la biodiversidad nativa.
En esa línea, recomendó que las universidades y centros de investigación, con apoyo del Estado, deben trabajar en estudios genómicos de nuestras especies nativas. Es decir, descifrar su código genético para identificar, por ejemplo, el gen que permite a nuestro maíz morado producir grandes cantidades de antocianinas (un antioxidante), o el gen que confiere resistencia a las heladas a nuestras papas nativas, entre otros. “A mayor diversidad, más genes valiosos por descubrir y poner en valor”, manifestó.
Añadió que el siguiente paso será ubicar los mismos genes en las variedades comerciales y comparar sus secuencias para identificar los cambios puntuales que se pueden realizar para otorgarles las características deseadas.
Conservación
Para el viceministro Quijandría, vivimos en tiempos inciertos debido al cambio climático. Los fenómenos climatológicos son cada vez más fuertes y frecuentes. La aparición de plagas y enfermedades en sitios donde no se las conocía son una constante amenaza. Esto ha sobrepasado la capacidad y velocidad de adaptación de las especies domesticadas y silvestres, cuyas poblaciones se reducen a una tasa alarmante. “Sin embargo, en la biodiversidad también se encuentran las soluciones, las cuales están codificadas y almacenadas en sus genes. Descifrar esa información es una tarea que debe compartir el Estado con las universidades y centros de investigación”, afirmó.
Desde la biología de la conservación, con esa información y utilizando las herramientas de edición genética se pueden incorporar dentro de las poblaciones de especies amenazadas sin necesidad de afectar su diversidad genética, ni introducirles genes foráneos o desconocidos con consecuencias imprevistas. Se utilizan los mismos genes que han evolucionado a lo largo del tiempo de forma natural.
“A través de los mecanismos de acceso a recursos genéticos, en el marco del Protocolo de Nagoya y de la Decisión 391 de la Comunidad Andina, podemos garantizar que los beneficios generados por el uso de esa información valiosa extraída del banco de genes que constituye nuestra biodiversidad, patrimonio del Perú, sea distribuida de forma justa y equitativa con los que contribuyen con su conocimiento y conservación”, comentó.
Premios Nobel
La Academia Sueca de las Ciencias otorgó el 7 de octubre el Premio Nobel de Química a las investigadoras Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier por desarrollar un método para editar los genes de un organismo vivo de manera precisa.
Al respecto, tras destacar el trascendental aporte de dichas científicas, Quijandría Acosta señaló que la herramienta desarrollada por Doudna y Charpentier, permite hacer cambios precisos en el ADN de un organismo, sin la necesidad de introducir genes foráneos incluso de especies no emparentadas (edición genética).
Con el sistema CRISPR-Cas desarrollado por las ganadoras del Nobel -según el viceministro del Minam- se pueden hacer los cambios de manera precisa. Se pueden considerar como “mutaciones dirigidas”, acelerando un proceso que se produce de forma natural o inducida por la domesticación y el mejoramiento de variedades por el ser humano. “De esta forma, se evita incorporar genes externos como en los organismos vivos modificados o transgénicos”, subrayó.
Opiniones / Comentarios de otras personas