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  • viernes 22 de noviembre del 2024

El jabón potásico, un elemento efectivo para controlar las plagas

En esta nota encontrará información sobre cómo y en qué casos usarlo.

28 de septiembre del 2020

El jabón potásico es una sustancia activa basada en el uso del jabón que todos conocemos para limpiar las hojas de residuos y afectar de forma directa a la actividad de numerosos insectos de cuerpo blando, y así controlar las plagas y enfermedades que afectan a los productos agrícolas.

Esta sustancia nace de la combinación de grasas de origen vegetal mezclado con un alcalí (producto con pH muy alto) para conseguir solubilizarla. Como grasa vegetal se pueden utilizar distintas alternativas de uso común, como el aceite oliva, coco, soja, girasol, maíz, palma, canola, etc.

Como este tipo de grasas son extremadamente untuosas y pegajosas, al mezclarlo con una sustancia solubilizante, como es el hidróxido de potasio, se obtiene un producto final totalmente líquido y adecuado para aplicación foliar. Esta reacción de mezcla se conoce como saponificación.

Se conoce que cualquier tipo de jabón tiene la capacidad de limpiar todo tipo de grasa cuando se encuentra en presencia de agua, debido a la peculiar estructura de sus moléculas. Estas, por un lado, tiene un parte liposoluble y por otra una parte hidrosoluble. La parte liposoluble hace que el jabón se mezcle con la grasa, disolviéndola, y el componente hidrosoluble hace que el jabón se disuelva a su vez en el agua.

Por tanto, el jabón potásico es un compuesto muy interesante para lavar superficies manchadas, como las hojas de una planta cuando hay producción de melaza y azúcares por la presencia de insectos chupadores.

Su aplicación actualmente está recogida como producto ecológico, con formulaciones que tienen entre el 40% y el 50% de concentración en ácidos grasos.

A continuación, conocerá una guía con la cual podrá conocer el uso que se le puede dar al jabón potásico y sus variaciones para el control de mosca blanca, pulgón, cochinillas y un gran número de ácaros, según el portal Agromatica.

Acción insecticida

Si se concentra el jabón potásico en grandes concentraciones y con suficiente caldo foliar, puede tener un efecto de ablandamiento de la cutícula en insectos de cuerpo blando, provocando también asfixia por obstaculizar las vías aéreas de la plaga.

El producto, aplicado varias veces sobre un cultivo con una alternancia de 3 a 5 días, es capaz de limpiar por completo plagas de difícil eliminación como pulgón, trips, mosca blanca, ácaros (araña roja) o cochinillas.

Sin embargo, es muy complicado conseguir éxito en el tratamiento con una sola aplicación, por lo que se necesita paciencia.

Contra el pulgón

Uno de los usos más famosos del jabón potásico o jabón fosfórico es contra todo tipo de pulgones. Sin embargo, hay tantas clases y morfologías que no funciona igual de bien para todas las especies. Para el pulgón verde, la aplicación de este producto a base de ácidos grasos reduce su movilidad y provoca la muerte a las pocas horas, siempre y cuando se le haya aplicado suficiente cantidad de jabón.

Por tanto, es importante realizar el tratamiento foliar con suficiente presión y apuntando directamente al foco de la plaga. Además, se deben realizar repeticiones del tratamiento para garantizar que se reduce el número de huevos, estadios ninfales y adultos que no hayan sido afectados en las aplicaciones anteriores.

-Jabón potásico 50%: 250-500 ml/hl (cada 100 litros de agua).

-Jabón potásico 20%: 1000-2000 ml/hl (cada 100 litros de agua).

Mosca blanca

El mayor inconveniente que tiene la mosca blanca es su capacidad para volar cuando detecta cambios en la humedad o movimientos. Por eso, cuando se inicia el tratamiento foliar, la mayor parte de los adultos echan a volar y se posan una vez ha concluida la aplicación.

Por eso, es muy importante luchar de forma constante y programada contra este insecto, de forma que los tratamientos con todo tipo de jabones deben repetirse cada 3-5 días. De esta forma, lentamente se va reduciendo la población, limpiando las hojas de melaza producida (que provocaría la entrada de hongo fumagina o negrilla) y reduciendo el nivel de puestas de huevos.

-Jabón potásico 50%: 250-500 ml/hl (cada 100 litros de agua).

-Jabón potásico 20%: 1000-2000 ml/hl (cada 100 litros de agua).

Araña roja

La araña roja suele afectar a las plantas en condiciones de humedad ambiental reducida y mucho calor, por lo que es común que alguna de nuestras plantas tenga manchas cloróticas en forma de puntos o incluso telarañas con la entrada de la primavera y durante el verano.

Uno de los mayores enemigos de este ácaro es la humedad, por lo que la sola aplicación foliar de agua sobre la planta reduce la actividad de la plaga. Lo mismo sucede con el azufre, que también irrita a la plaga y la ahuyenta.

La movilidad de la araña es reducida, y tanto los adultos como los huevos se encuentran en el envés de la hoja, es decir la parte contraria. Por eso, cuando se aplica jabón potásico sobre la planta, se debe tratar con suficiente presión y movilidad que garantice que el envés de la hoja también se moja.

El uso de productos en base a azufre también es efectivo, por lo que se pueden combinar ambos productos para conseguir un efecto sinérgico.

-Jabón potásico 50%: 250-500 ml/hl (cada 100 litros de agua).

-Jabón potásico 20%: 1000-2000 ml/hl (cada 100 litros de agua).

Cochinilla

La cochinilla y todas las especies que forman los cocinélidos son un verdadero quebradero de cabeza para una gran cantidad de plagas. Son de difícil eliminación ya que algunas tienen un exoesqueleto endurecido (cochinilla acanalada) y otras tienen medios protectores para que no les afecte tanto el tratamiento foliar (cochinilla algodonosa).

Por tanto, la aplicación del jabón potásico ayudará a limpiar de melaza y residuos azucarados la planta, aumentando su capacidad para realizar la fotosíntesis y reduciendo el avance de la enfermedad.

Frente a la cochinilla, además del uso del jabón potásico, es interesante utilizar un volumen de presión suficientemente alto para conseguir desprender la plaga de los tallos, ya que se encuentran en constante succión de savia y causan el debilitamiento generalizado de la planta.

Para esta plaga, resulta interesante utilizar el principio activo azadiractina, conocido como aceite de neem. Es una mezcla de varios ácidos y aceites como el palmítico, linoleico, esteárico, etc.

-Jabón potásico 50%: 250-500 ml/hl (cada 100 litros de agua).

-Jabón potásico 20%: 1000-2000 ml/hl (cada 100 litros de agua).

Fabricación en casa

El jabón potásico y otras clases de jabones se puede preparar de forma casera. El problema para hacer la base potásica es que es un producto industrial no muy accesible para todos, además de que es ciertamente peligroso por su pH alto (14).

Si hay los materiales, la preparación de estos ácidos grasos se realiza así:

La mezcla del alcalí (hidróxido de potasio o en su defecto, hidróxido de sodio) y los ácidos grasos (soja, maíz, oliva, palma, etc.) se requiere en una proporción 1 a 1. Es decir, 1 kg de ácidos grasos y 1 kg de hidróxido de potasio.

Al mezclar ambos componentes se consigue una masa pegajosa con un pH muy alto, pero algo soluble. Con esta mezcla tendríamos un jabón potásico a una concentración del 50%. A partir de aquí, si se diluye en alcoholes o agua destilada, se reduce la concentración del jabón pero se aumenta su solubilidad.


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