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Los granos registran 44-47% de proteínas, 20-22% de aceite y 3.5% de alcaloides
Es una especie leguminosa originaria de los Andes peruanos que, además, capta prodigiosamente el nitrógeno del aire para autofertilizarse e incluso dejar remanentes de úrea para otros cultivos. Tiene mercado nacional e internacional seguro, pero aún no desarrollado por déficit de oferta. Y constituye un recurso estratégico determinante para superar los deprimidos y deprimentes niveles alimentarios y nutricionales de nuestra población, sobre todo en los críticos segmentos de madres gestantes y lactantes, niños en crecimiento y convalecientes de enfermedades.
Sobre el tema, en la siguiente entrevista el Ing. Agr. Alipio Canahua Murillo, nos brinda mayores detalles sobre esta prodigiosa leguminosa.
— Ing. Canahua, ¿en qué lugares del país este grano nativo ya tiene un consumo afianzado?
— Prácticamente en todos los centros de producción interandinos y mayormente como ensalada o cebiche, incluso en combinación “explosiva” con pescado, cushuro, murmunta u ovas de laguna. Específicamente en el Cusco y en la provincia de Yunguyo, Puno, se consume sancochado, como mote de maíz, y desde la década de los 80’ como harina para cremas y guisos. Tengo conocimiento de que el Festival Nacional del Tarwi impulsado por AGRONOTICIAS en Huarás a partir de 1989, terminó por incorporar este producto en el menú turístico de la región y que ahí han surgido varios restaurantes que ofrecen platos con base en tarwi, incluso con el gracioso nombre de Tarwing Club; un avance importante.
— Además del grano, ¿qué otras posibilidades de aprovechamiento alimentario tiene el tarwi?
— Aún falta investigar más. En los años 70 la cooperación alemana promovió la instalación de una planta extractora de aceite en Cañete, Lima, pero esta fracasó por escasez de materia prima y de hábito de consumo. Ante ello el Amauta Oscar Blanco decía que extraerle industrialmente sólo el aceite al tarwi para consumirlo como un producto independiente era un error, teniendo la posibilidad de aprovecharlo en forma integral.
— Lógico.
— Sin embargo, en la búsqueda de nuevos usos viables, en Ecuador se están haciendo pruebas interesantes en extracción de aceite y la elaboración de Concentrado Proteico de Tarwi (COPROTA), extracto nutraceútico que podría reemplazar con ventaja a la mal llamada “leche” de soya transgénica. Digo mal llamada leche de soya, porque, conceptualmente leche es sólo un producto de los mamíferos.
— Interesante.
— Por lo pronto el COPROTA está mereciendo creciente demanda en Ecuador, sobre todo por personas que no toleran a la lactosa en su alimentación. Además, es posible incorporar otro grano andino, como la quinua, para mejorar la calidad en balance de aminoácidos esenciales, especialmente.
— A propósito, ¿qué ácidos grasos predominan en el tarwi?
— Los ácidos grasos no saturados como el oleico, el linoleico y el linolénico, que son requeridos por el organismo humano para asegurar el desarrollo óptimo del sistema nervioso central, potenciar la función inmunológica y en general para facilitar el crecimiento corporal. Así indica un trabajo dirigido por el Ing. Agr. Ph.D. Félix Camarena Mayta, Jefe del Programa de Leguminosas de Grano de la Universidad Nacional Agraria- La Molina.
— Algo más que agregar, Dr. Canahua
—Sí. El conocimiento tradicional atribuye la importancia de los glucósidos del tarwi para el control de la diabetes. Sobre el particular, investigaciones clínicas recientes, como la de Baldeón M.E (2013) en Ecuador, reportan que el consumo de las semillas del tarwi o chocho crudo o cocido, o de sus alcaloides, disminuyen las concentraciones elevadas de glucosa en pacientes con disglicemia o diabetes tipo-2. Probablemente esto se deba a la presencia de la proteína gamma–conglutina en el grano.
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