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23 de agosto del 2023El país de los huaicos
Escribe: Enzo Alminagorta
Demostrando una vez más que el Perú es una tierra de contrastes, el centro y el sur pasaron de la absoluta sequía, con pérdidas irremediables para el agro; a lluvias intensas que han destruido sembríos, carreteras, vehículos, viviendas y 14 vidas humanas. Podría ser esto el comienzo de otros eventos hidrológicos de mayor magnitud
La principal lección de la presente coyuntura es que los patrones climáticos tradicionales están cambiando drásticamente, como consecuencia del calentamiento global, lo cual obliga a redoblar medidas de investigación, prevención y mitigación
Cuando la situación de sequía parecía irreversible —desde octubre hasta la primera semana de enero últimos—, empezó a llover súbitamente y en forma creciente en la zona andina del país, generando un panorama auspicioso para la recuperación parcial de la Campaña Agrícola 2016-2017 en marcha, con el incremento de los caudales de los ríos y la recarga de los principales vasos hídricos a nivel nacional (ver cuadro adjunto).
Sin embargo, en varias regiones costeras, que tienen poblaciones marginales asentadas en las quebradas, hoyadas y riberas de los ríos, la mayoría en condiciones precarias, las lluvias —en algunos casos intensas y focalizadas— produjeron uno tras otros huaicos, desbordes e inundaciones, que dejaron a miles de familias a la intemperie, afectaron considerables extensiones de sembríos, viviendas y vías de comunicación.
Los que recuerdan la historia señalan que en más de 30 años no llovió tanto como estas dos últimas semanas.
EN EMERGENCIA
Debido a esta situación, el 26 último, el Gobierno Central declaró en estado de emergencia por intensas lluvias —por 60 días— a la región Ica, donde las precipitaciones afectaron 6,510 familias con igual número de viviendas y 100 hectáreas de cultivos en riesgo de perderse, siendo los distritos de La Tinguiña y San José de los Molinos, en la provincia de Ica, los más castigados, según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).
Luego, el 28 reciente, se adoptó similar medida y por idéntico lapso, para 72 distritos de nueve provincias de la región Lima; 50 distritos de ocho provincias de Arequipa, y 28 distritos de seis provincias de Huancavelica. En Lima el número de familias damnificados asciende a 2,200, en Arequipa y Huancavelica, 3,100, además de 14 personas fallecidas en éstas jurisdicciones.
Para nadie es ajeno que varios distritos de Ica y Lima son altamente vulnerables a los desbordes de los ríos por vivir cerca de su rivera. Hay una gran irresponsabilidad por parte de Defensa Civil, los gobiernos locales y regionales que permitieron asentarse a numerosas familias en zonas de alto riesgo, habiendo los huaicos reclamado sus antiguos cauces, algunos de los cuales fueron colmatados durante el Fenómeno “El Niño” de 1997-98. Ni Ica, ni Chaclacayo, ni Chosica, ni Santa Eulalia aprendieron la lección.
DAÑOS Y PÉRDIDAS
Igualmente, en Cajamarca (Celendín): 40 familias damnificadas y 30 hectáreas con cultivos destruidas. En Ucayali y Loreto: 2,645 familias afectadas. En Huánuco (Puerto Inca): 545 familias afectadas, 67 áreas de cultivos perdidos y 53 animales muertos. En Apurímac (Chincheros): 165 familias afectadas y 25 hás. con cultivos perdidos. En Arequipa: 3,100 familias afectadas. En Moquegua: 48 y, Puno —sumando la 11 horas de granizadas y ventarrones del 25 último— registra 121 familias y 50 casas afectadas.
El Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) reportó que 5,500 hás. han sido afectadas —a nivel nacional— en la agricultura.
ZONAS VULNERABLES
Pero, ¿cuántas zonas vulnerables por activación de quebradas existen en nuestro país? En total se han identificado 1,090 centros poblados vulnerables —Lima, Áncash, La Libertad, Piura, Tumbes, Huánuco y Arequipa, principalmente— 103, 031 viviendas y 461,217 habitantes en riesgo de sufrir daños personales y materiales de forma directa y 1´000,000 indirectamente, según un reciente estudio sobre la “Identificación de Poblaciones Vulnerables por Activación de Quebradas 2016-2017” de la Autoridad Nacional del Agua.
Aunque ninguna autoridad señala la actual presencia del Fenómeno “El Niño”, el ingeniero meteorólogo Wilian Alva León, Presidente-Fundador de la Sociedad de Meteorólogos del Perú, ratifica que estamos frente a este fenómeno hidroclimático.
¿NUEVO “EL NIÑO”?
El Comité Multisectorial de Estudio del Fenómeno “El Niño” (ENFEN), con base en el análisis de los pronósticos nacionales e internacionales, ha ajustado las probabilidades de ocurrencia de un Fenómeno “El Niño” costero débil a un 30% en el presente verano, debido al súbito incremento de la temperatura superficial del mar frente a la costa del Perú.
Además, prevé que masas de agua caliente, impulsada por una onda “Kelvin”, arriben a la costa norte del Perú –máximo— en marzo, y con ello aumentará la temperatura del mar, lo cual implica alteraciones en el ecosistema marino, huida de la biomasa pesquera hacia las profundidades y áreas frías.
De igual forma, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI) pronostica precipitaciones sobre lo normal —hasta marzo— en casi el todo el país, excepto en Moquegua y Tacna, que registrarán ligero déficit de lluvias.
Por su parte, el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno “El Niño” (CIIFEN) augura mayor probabilidad de lluvias sobre lo normal en gran parte la región andina central, sur y nororiental.
PREVENCIÓN
Más allá de descolmatar cauces hídricos, afianzar defensas ribereñas y proteger puentes, carreteras, áreas agrícolas y poblaciones, que sólo constituyen paliativos efímeros, no soluciones estructurales, ya que no se puede ni debe hacer lo mismo ante cada emergencia cíclica, sino instaurar una política de estado con visión a largo plazo.
En ese marco, aunque tarde, el Ministerio de Agricultura y Riego y el SENAMHI suscribieron —el nueve último— un convenio de cooperación, para intercambiar información agroclimática (precipitaciones, temperatura, ocurrencia de heladas, entre otros), con el fin de tomar medidas de prevención y mitigación.
PROPUESTA SIN ECO
Nuestro Director-Fundador Reynaldo Trinidad Ardiles (Q.D.D.G), planteó en múltiples ediciones de AGRONOTICIAS lo siguiente: para que los ríos sobrecargados por las lluvias torrenciales no causen destrucción en los valles internandinos y la costa, hay que retener parte de las aguas mediante la apertura de zanjas de infiltración, la construcción de microrreservorios, lagunas y cochas, la reforestación masiva en las cuencas hidrográficas, la revaloración de los andenes y desviación de los excedentes hacia las zonas porosas.
Si aprendemos a manejar esto, posiblemente resolveremos estructuralmente los problemas generados por las emergencias hidroclimáticas y —paralelamente— responder a la gran amenaza de escasez crónica de agua en el país.
Este evento hubiera sido un buen ensayo para las actividades del Fondo “Sierra Azul” del Ministerio de Agricultura y Riego; que aún está en la fase de implementación.
Finalmente, por cada sol invertido en obras de prevención por activación de quebradas, el Estado estaría ahorrando 20.82 soles en daños y pérdidas, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
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