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23 de agosto del 2023Agricultura perdió US$ 280.000 millones entre 2008 y 2018 por desastres naturales
Según la FAO, el 26% del impacto total de las catástrofes va a parar a la agricultura en los países menos desarrollados y los de ingresos medios y bajos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó del aumento de desastres naturales desde el inicio de este siglo. Según el organismo de la ONU, las catástrofes causaron pérdidas en la agricultura mundial por valor de US$ 280.000 millones entre 2008 y 2018.
Los desastres pasaron de 90 al año en la década de 1980 a unos 360 eventos en la década del 2010.
En la edición del 2021 del informe “El impacto de desastres y crisis en la agricultura y la seguridad alimentaria”, el organismo indicó que “en ningún otro momento de la Historia moderna, la Humanidad ha hecho frente a tal variedad de riesgos y peligros, que interactúan en un mundo hiperconectado y que cambia rápidamente”.
La FAO recuerda que la agricultura ha hecho frente en la última década no solo a la pandemia del Covid-19, sino también a incendios, al calentamiento global y a una plaga de langostas del desierto que han empeorado “las condiciones de vida de 42 millones de personas en el Cuerno de África, la península arábiga y Asia suroccidental”.
Sin las pérdidas en la producción agrícola y ganadera causada por estos desastres, la FAO calcula que los países menos desarrollados podrían haber producido 6.8 billones de kilocalorías más entre el 2008 y 2018, cifra que supone la ingesta anual de calorías de 7 millones de personas.
En este informe, el director general de la FAO, Qu Dongyu, resalta la importancia de “establecer un marco de resiliencia a los desastres” que sea “una piedra angular para una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor”.
Consecuencias de los desastres naturales
Los desastres naturales afectan especialmente al sector primario. Según el organismo de Naciones Unidas, el 26% del impacto total de las catástrofes va a parar a la agricultura en los países menos desarrollados y los de ingresos medios y bajos.
Así, las pérdidas por desastres alcanzaron, en el periodo 2008-2018, los US$ 30,000 millones en África, los US$ 29,000 millones en América Latina y los US$ 8,700 millones en los pequeños estados insulares en desarrollo del Caribe.
América Latina sufrió los peores momentos de pérdidas en su agricultura a mitad de la década, cuando el fenómeno climático de La Niña devastó cosechas en Argentina y Brasil en el 2012 y en América Central en el 2014, aunque la FAO destaca que desde el 2015 “la región está en un camino positivo de reducción de pérdidas”.
El calentamiento global alcanzó 1.1 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales en el 2019 y la década del 2010 vivió siete de los diez años más cálidos registrados, lo que “ha intensificado las inundaciones, las sequías, las olas de calor y la escasez de agua, con impactos económicos y sociales directos”.
Las pérdidas asociadas a todos estos eventos “ponen en riesgo todas las dimensiones de la seguridad alimentaria y la nutrición, desde la disponibilidad de alimentos a su uso y estabilidad en el tiempo”.
Por ello la FAO propone el uso de nuevas técnicas para cuantificar de forma más precisa los daños causados por los desastres naturales, pues los avances en una evaluación más precisa de las pérdidas serán cruciales para que la agricultura juegue su papel en la “erradicación del hambre, el logro de la seguridad alimentaria y la promoción de un desarrollo sostenible y crecimiento económico”.
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