Ciudad Bicentenario: La urbe de US$3,000 millones

La inédita urbe Ciudad Bicentenario es actualmente una zona árida. Pero se invertirá 3,000 millones de dólares para construir en 8,000 hectáreas –el último de propiedad pública con esas dimensiones- para crear la primera ciudad del siglo XXI del Perú amigable con el medioambiente, resistente al cambio climático y hasta sede de un parque industrial.

El proyecto será hogar de unas 150 mil personas. Estará ubicado dentro del distrito de Ancón. Según el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente, Gabriel Quijandría, será como una ciudad de Oriente Medio, pero a diferencia de los Emiratos (creados de forma artificial), estará integrada con el paisaje.

En Lima, el crecimiento de la urbe se hizo con invasiones de paisajes en zonas inadecuadas. Consecuencia de levantar viviendas sobre ríos secos son las inundaciones, como las padecidas por El Niño en 2017. La prioridad de Ciudad Bicentenario será precisamente evitar este tipo de desastres y servir como modelo de urbe sostenible.

Lima tiene actualmente 10 millones de habitantes producto de la migración de otras regiones del país. Es la quinta ciudad más grande de Latinoamérica. Muchos llegaron escapando del terrorismo, por ejemplo, hasta los suburbios para ocupar lomas y cerros con viviendas precarias. En medio desierto sin servicio publico y con proliferación de traficantes de terrenos.

Las zonas son también cunas de votos. En épocas municipales es normal ver a candidatos prometiendo títulos de propiedad y servicios de agua y luz. Así, se obliga a expandir las ciudades hasta los cerros. “Ahora vamos a probar la forma inversa del proceso de toma de decisiones”, dijo Quijandría al diario Gestión.

Ciudad Bicentenario es pues libre de estas invasiones. En su esencia está el respetar las lomas para que no se colmen de viviendas y con ello preservar un ecosistema particular que está protegido desde 2019. En invierno sus cimas secas reverdecen al atrapar la neblina y humedad del océano para dar lugar a la flor de Amancaes, especie endémica de Lima.

Las partes bajas de las limas contarán con un cinturón de 2.000 hectáreas de árboles, que tendrá la función de amortiguamiento del impacto urbano y de conexión con el entorno natural. Es así que logrará ser el 60% de la superficie actual de áreas verdes  de la capital y cuyo riego dependerá del agua usada en viviendas e industrias.

La primera piedra de la ciudad será el mayor polo industrial del país, con una extensión de 1.338 hectáreas y cuya licitación planea lanzar a mitad de octubre la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión). Esta industria es la que generará los empleos, y estos se desarrollarán alrededor de la ciudad, y no al revés como sucede hasta ahora.

También contará con el hospital más grande de Perú. El Ministerio de Salud lo construirá en 26 hectáreas para que atienda a toda la parte norte de Lima. Además de una estación del tren de cercanías y un núcleo logístico de 300 hectáreas para las mercancías que se mueven entre los puertos del Callao y de Manchay, ya en construcción para exportar sobretodo minerales.