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  • sábado 23 de noviembre del 2024

Reducir, reusar y reciclar todos los objetos descartables

Una cruzada que todos debemos asumir y promover para salvar al planeta de una catástrofe inminente

06 de marzo del 2019

Los tres verbos mandatorios que figuran en el titular del presente artículo están básicamente orientados a corregir uno de los principales vicios de la sociedad de consumo: el uso excesivo y frecuentemente innecesario de objetos o productos que podrían tener mayor utilidad, si no fuera por los malos hábitos que se nos ha inculcado desde los albores de la revolución industrial.

  • Reducir el uso de los objetos descartables: Fundamental para disminuir la utilización de los recursos naturales perecederos, como el petróleo y los minerales, con los que se fabrica la mayoría de aquéllos; así como de las materias primas renovables, como los árboles, de los que salen todos los papeles y cartones.
  • Reusarlos mismos hasta que se tornen inservibles: Clave lograr el mismo objetivo antedicho y, además, no contaminar al medio ambiente con elementos que tardarán decenas, cientos o miles de años en descomponerse, y
  • Reciclar cuando esos objetos se vuelvan inservibles: Para utilizarlos como materias primas en la fabricación de otras cosas. Pues en este mundo nada se destruye, todo se transforma; mucho más aún si se considera los avances de la tecnología.

Para dar una idea de lo que demoran algunos objetos comunes en descomponerse y reciclarse en la naturaleza, aquí publicamos una lista basada en un reporte del Ministerio del Ambiente:

  • Botellas de vidrio: Son los elementos que ―aun rotos― más tardan en descomponerse: ¡4.000 años¡
  • Botellas de plástico: Unos 400 años.
  • Bolsas de plástico: Según el grado de espesor, demoran entre 150 y 600 años en degradarse.
  • Latas de aluminio: Unos 200 años.
  • Clavos de acero: Necesitan algo de 100 años para descomponerse por oxidación.
  • Colillas de cigarrillos: Demoran cinco años en degradarse, aunque si caen en el agua su desintegración es mucho más rápida, pero también mucho más contaminante, por el acetato de celulosa que contienen.
  • Pilas eléctricas: Tardan más de 1,000 años en degradarse y son altamente contaminantes, por poseer mercurio, zinc, cromo, arsénico y plomo, entre otros metales.
  • Pañales descartables: Demoran 450 años en degradarse.
  • Vasos descartables: Se degradan en unos 50 años.
  • Chapas de botellas: Se descomponen en 30 años, por oxidación.
  • Cajas de cartón: Si no tienen refuerzos de plástico o metal, demoran unos tres meses en degradarse. En caso contrario, hasta más de 100 años.
  • Papel: Con la ayuda del agua, tardan sólo un año en descomponerse. Además, ca­be considerar que para obtener cada tonelada de papel es necesario talar unos 20 árboles gigantes y usar 25,000 litros de agua.
  • Zapatos de cuero o goma: Se desintegran en 150 – 200 años.
  • Lapiceros de plástico: Entre 500 y 1000 años.
  • Muñecas y juguetes de plástico: 300 años, como mínimo.
  • Envases de aerosol: Tardan 30 años en descomponerse, empezando por la oxidación de sus componentes metálicos.
  • Telas de naylon: Entre 30 y 40 años.
  • Encendedores de acero y plástico: Tardan 100 años en descomponerse. El acero expuesto al aire libre recién comienza a enmohecerse después de 10 años, pero en ese tiempo el plástico ni siquiera pierde el color.

En consecuencia, todos tenemos el deber de practicar y promover las 3R: Reducir, reusar y reciclar, para evitar el deterioro de nuestro planeta. En este sentido, te invitamos a participar en nuestra campaña #NoHayVidaSinAguaNiÁrboles. Puedes seguirnos y recibir contenido especializado a través de nuestras redes sociales Facebook e Instagram


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