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  • sábado 18 de mayo del 2024

Análisis de los planes agrarios de Pedro Castillo y Keiko Fujimori

El Perú debe escoger entre dos finalistas, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, que representan posturas ideológicas y programáticas diametralmente opuestas.

29 de abril del 2021

Ingresamos a la segunda vuelta del proceso electoral. El Perú debe escoger entre dos finalistas, Pedro Castillo y Keiko Fujimori, que representan posturas ideológicas y programáticas diametralmente opuestas. Hemos transcrito y/o editado un resumen de las ideas fuerza contenidas en sus planes de gobierno para el 2021 – 2026. Aquí lo comentamos:

Escribe el Ing. Eco. Juan José Vera del Carpio

El sector agrícola tiene una agenda especial (…) se velará por el incremento del presupuesto, la tecnificación, promoción. Agricultura ecológica y ampliación de la frontera agrícola y garantizar el mercado interno y externo. Crear un marco político, jurídico, científico, económico, militar y social, de seguridad alimentaria para responder al cerco económico alimentario que los Estados Socialistas sufren de las grandes potencias. El agua es para este fin antes que para la minería.

PROPUESTAS AGRARIAS DE CASTILLO

  • Presupuesto agrícola. El Estado debe apoyar a la agricultura como elemento vital de supervivencia en tiempos de paz y de guerra (seguridad alimentaria). Actualmente se apoya diferenciadamente a las regiones, haciendo que la agricultura costeña para la exportación tenga mayores atenciones respecto a la sierra y la selva.
  • Tecnificación agrícola. Modernización tecnológica. Actualmente solo dos regiones cuentan con un laboratorio estatal de suelos, el resto recurre a laboratorios privados incrementando sus gastos.
  • Ampliación de la frontera agrícola. Las tierras eriazas del Estado deben ser dotadas de agua, mediante la siembra de árboles, canales de irrigación, represas, trasvase de ríos, etc. Las tierras que fueron vendidas indebidamente deben volver al Estado, como también las márgenes de los ríos que han sido invadidas.
  • Siembra de agua. El Estado procurará crear grandes reservorios de agua, canales de irrigación, programas de forestación, reforestación y combatir el sobrepastoreo, etc., para prevenir la escasez del líquido elemento. También se debe estudiar la desalinización del mar.
  • Los Proyectos especiales estarán a cargo de los gobiernos regionales para obtener mejor forestación, vías de comunicación, control sobre la tala ilegal y evitar concesiones en la selva por el centralismo gubernamental.
  • Agroexportación. Actualmente el Estado neoliberal apoya el agro en la costa para la exportación. El Estado socialista debe implementar una política que garantice el consumo interno, sin descuidar la agroexportación, según el Ideario de Perú Libr.
  • Empadronamiento de agricultores de coca. No existe el empadronamiento de los agricultores de hoja de coca, lo que conlleva a incrementar la informalidad, el narcotráfico y la sospecha contra los agricultores. Industrialización de la hoja de coca con fines medicinales y nutricionales.
  • Formalización de la titulación de tierras. Muchos peruanos viven en zozobra y angustia por no tener la seguridad jurídica de sus tierras. Traficantes se apropian de tierras comunales, para asentamientos humanos y proyectos inmobiliarios privados.
  • Recuperar tierras agrícolas de proyectos de irrigación de Olmos, Majes-Siguas, Chinecas, Gallito Ciego, Chavomochic, etc., que benefició al capital extranjero y nacional, pese a que al pueblo se le confiscó sus tierras, bajo el pretexto que eran eriazas y se apoderaron del agua.
  • Seguridad alimentaria. Debemos promover como Estado su preservación y mejoramiento, frente a cualquier amenaza de bloqueo alimenticio. Actualmente las grandes empresas, como Gloria, explotan a nuestros ganaderos. Si el Estado industrializara la leche les pagaría mejor y vendería a precios más cómodos.

 COMENTARIOS

Son diez ideas, argumentadas muy emotivamente, priorizando aspiraciones sociales antes que económicas. En algunos casos de forma explícita y en otros casos indirectamente, hay un mensaje de imposición vertical, lo cual prefigura un futuro incierto para el agro nacional. El agro es pobre, incluyendo el valor de lo producido por la élite agroexportadora. Redistribuir todo, entre los pequeños productores, no alcanza para asegurar un progreso sostenido de agricultores y campesinos. Es repartir pobreza y el desafío es crear riqueza para llegar a que todos seamos más prósperos.

Por otro lado, no creo que las Fuerzas Armadas que en el área rural derrotaron a sangre y fuego al terrorismo, suscriban un gobierno de este estilo. Por lo demás, faltan en la propuesta temas como el crédito agrario, política sobre transgénicos, comercialización y otros. A mi entender sería preferible revisar este programa y sustituirlo por uno más realista y viable.

Por lo mismo, una propuesta de la magnitud de cambio estructural que se nos presenta, debe estar sostenida en un ofrecimiento programático más técnico e integral. En los planes sectoriales tengamos siempre presente el ideario partidario, pero al mismo tiempo incorporemos los programas que hagan viable estos anhelos. Miremos alrededor el fracaso de la “seguridad alimentaria” y el agro en general de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Corea del Norte, por citar algunos ejemplos. Si el Perú decide por la alternativa que comentamos, debemos evitar que con el tiempo vivamos el drama de los pueblos mencionados, que tienen muchas cosas, menos seguridad alimentaria o reducción de la pobreza rural. Creo que la izquierda tiene técnicos como para proponer algo mejor.

 

    PROPUESTAS AGRARIAS DE FUJIMORI

Existe una baja productividad de la actividad agropecuaria y forestal de pequeñas y medianas empresas agropecuarias y agricultores, que se traduce en la situación de pobreza de los casi 10 millones de personas. Las causas:

  • La falta y mal uso de agua de riego, es origen de la baja productividad.
  • Hay un déficit de financiamiento y capitalización de las unidades productivas.
  • El minifundio no tiene un enfoque de mercado.
  • Existe una distorsión de precios al productor; una mala planificación de licencias de importación, muchas con grandes subsidios, y malas prácticas de mercadeo.
  • Baja tecnología en explotaciones pequeñas.
  • Déficit de infraestructura en energía, transporte y comunicaciones
  • Malas prácticas malogran el medio ambiente; hay poca supervisión estatal.
  • Ausencia de asociatividad para impulsar economías de mercado en gran escala.
  • Los programas de cosecha de agua en la sierra deben ser incentivados.
  • Potenciar el crédito por el Banco Agrario y Cofide, para incrementar la productividad con tecnologías modernas y manejo de precios a la cosecha.
  • Programa de Incentivos a la Investigación Agropecuaria y Forestal.
  • Infraestructura del campo con electrificación de las explotaciones.
  • Titulación de tierras eriazas y evitar el tráfico de tierras y favorecer la inversión.
  • Incorporar áreas con poca productividad agrícola o ganadera, pero con aptitud forestal en beneficio de sus propietarios y generar empleo.
  • Evitar la salinización de los suelos de la costa, con el arado post cosecha para romper la red de capilares y aumentando la materia orgánica de los suelos
  • Reforestación de zonas eriazas marginales a las zonas agrícolas y de expansión urbana, con especies nativas o adaptadas.
  • Programa de semilleros y viveros forestales en cada zona ecológica y/o altitud geográfica.
  • Debate de Ley sobre Seguro Obligatorio Agrario (SOA) para pequeños y medianos productores, que cubra pérdidas ocasionados por problemas climáticos o plagas, que destruyan las finanzas del productor y le impidan reiniciar sembríos. Será requisito para créditos con aval del Estado.
  • Protección anti-Dumping y/o por subsidios y determinación de estacionalidad de las cuotas o licencias de importación.
  • Apoyo a productores en pobreza y pobreza extrema (PRONAMACHCS) con políticas altamente especializadas y diferenciadas.
  • Promoción de la asociatividad entre productores agrarios.

COMENTARIOS

Es un diagnóstico articulado y de alguna manera integrado. Acuden a muchas ideas o proyectos (algunos los mencionan) que ya se han venido ejecutando. Por lo mismo, estoy seguro que, de aplicarse este programa, al final de los cinco años, la pobreza de la agricultura familiar seguirá siendo el signo inequívoco de que este tipo de proyectos son necesarios pero insuficientes.

Incorporar a una economía de mercado a los 10 millones de peruanos que afirman hay en el mundo agrario, es un desafío nacional y no sólo sectorial. Ejecutar proyectos con alcance cortoplacista reforzará los roles ministeriales, paliará de alguna manera la vida de algunos agricultores, pero no apunta a incorporar a una economía social de mercado competitiva a los productores agrarios y menos sacarlos de los niveles de marginalidad y pobreza.

Es decir, no sólo se necesita proyectos atenuadores del drama agrario que significa sacar adelante las cosechas anuales, sino establecer los mecanismos programáticos y de proyectos que permitan avizorar que, en el largo plazo, se superará la actual problemática agropecuaria en particular y rural en general.

Recalco la idea subyacente que la mayoría de proyectos tienden a reforzar la oferta agraria en las condiciones de mercado que históricamente le han permitido estructurarse. Pero también ratifico que potenciar esa oferta implica un análisis más integrado del mercado, a través del mejor conocimiento de la demanda. Lo que resulte de aquello significará el éxito o fracaso. Creo que no hay ningún agroexportador exitoso que se haya preguntado: ¿qué sabían producir mi padre y mis abuelos para yo hacerlo mejor? No. Lo razonable es creer que el agroexportador que tiene agua y tierra se pregunte: ¿qué demanda el mercado que yo pueda producir, utilizando mis recursos de agua y tierra, para obtener utilidades? Y en base a esa respuesta montar un proyecto viable, exitoso y sostenible.

Esa es la ventaja que nos da ser un país megadiverso. Son este tipo de cuestionamientos los que permitirán que el país inicie la ejecución de un plan que permita avizorar en 10 o 15 años una realidad superior y diferente a la actual.

Creo que se debe repensar esta propuesta programática, desde la perspectiva que debe ejecutarse un plan quinquenal como la primera parte de un Proyecto de mayor alcance, que sea técnicamente viable y que comprometa no solo a las fuerzas sectoriales agrarias a ejecutarlo, sino comprometer al país en su diseño y ejecución. Deseo a todos un período de reflexión antes de acudir a votar los primeros días de junio. El futuro de la Patria está en juego. Respondamos con lo mejor de la fe que tenemos por el Perú. Nuestra ancestral historia y una larga y fructífera tradición agraria nos lo reclaman.

 

 

 


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