Agricultura regenerativa: una alternativa para restaurar suelos y capturar carbono

La agricultura regenerativa restaura activamente la salud del suelo, reconstruye la biodiversidad, captura carbono atmosférico y genera nuevas fuentes de ingresos para los agricultores a través de los mercados de créditos de carbono. La evidencia de implementaciones peruanas demuestra que la agricultura regenerativa no es una aspiración idealista, sino una estrategia demostrable, rentable y viable que alcanza ratios de beneficio-costo de 1.6 mientras reduce las huellas de carbono en un 70%.

La Crisis de Degradación del Suelo: Por Qué la Regeneración es Urgente

Perú enfrenta una crisis acelerada de degradación del suelo que amenaza la viabilidad agrícola a largo plazo. El contenido de carbono orgánico de los suelos ha disminuido significativamente debido al cultivo continuo y prácticas de manejo insostenibles, una tendencia observada en toda América Latina. Esta degradación se manifiesta en múltiples dimensiones:

Degradación biológica: reduce la actividad microbiana y la función enzimática, disminuyendo la capacidad del suelo para ciclar nutrientes y suprimir organismos causantes de enfermedades.

Degradación química: impulsada por fertilizantes sintéticos y pesticidas excesivos, altera el pH del suelo, elimina microorganismos beneficiosos y crea dependencia de insumos externos.

Degradación física: erosión, compactación y pérdida de estructura del suelo reducen la infiltración de agua y la penetración de raíces, socavando la función fundamental del suelo como medio de crecimiento.

Las consecuencias se propagan a través de los agroecosistemas: menores rendimientos a pesar del aumento de costos de insumos, reducida capacidad para retener agua en condiciones de sequía, pérdida de microorganismos indígenas esenciales para la disponibilidad de nutrientes, y degradación de la calidad del agua cuando la escorrentía transporta sedimentos, fertilizantes y pesticidas hacia sistemas acuáticos. Solo la erosión del suelo es la segunda causa principal de emisiones de gases de efecto invernadero impulsadas por humanos a nivel mundial, una realidad que exige remediación inmediata.

Prácticas de Agricultura Regenerativa: De la Teoría a la Implementación en Campo

El marco de agricultura regenerativa de Perú abarca cinco prácticas interconectadas, cada una abordando funciones específicas de restauración del suelo:

1. Siembra Directa (Labranza Cero/Mínima) con Mulching de Residuos

Los sistemas de labranza cero eliminan la disrupción mecánica de la estructura del suelo que ocurre durante el arado convencional, preservando tanto la arquitectura física como las comunidades microbianas que dependen de condiciones estables. En lugar de remover residuos de cultivos, los agricultores regenerativos los aplican como mulch protector, creando una batería biológica que gradualmente se descompone en humus, enriqueciendo la materia orgánica.

En la producción de papa a gran altitud en Perú, la labranza mínima con mulching de residuos combinada con intercultivos de leguminosas aumentó la materia orgánica del suelo, mejoró el pH, redujo la compactación y aumentó dramáticamente la biomasa microbiana y actividad enzimática. La práctica reduce simultáneamente la escorrentía de agua (crítico en áreas con variabilidad de precipitación), disminuye la vulnerabilidad a la erosión y construye capacidad de captura de carbono.

2. Rotación de Cultivos e Intercultivo

Los sistemas agrícolas tradicionales rotaban cultivos estacionalmente, pero la agricultura industrial abandonó esta práctica en favor del monocultivo, agotando reservas específicas de nutrientes mientras selecciona poblaciones de plagas. La rotación regenerativa reestablece ciclos de policultivo donde cultivos de leguminosas (frijoles, lentejas, lupino, alfalfa) alternan con cultivos de granos o vegetales.

Las leguminosas participan en fijación simbiótica de nitrógeno con bacterias Rhizobium, proporcionando nitrógeno atmosférico sin fertilizantes sintéticos mientras mejoran la estructura del suelo mediante la exudación de compuestos orgánicos por las raíces. La rotación rompe ciclos de vida de plagas, eliminando necesidades de pesticidas mientras simultáneamente mejora la biología del suelo y la resistencia a enfermedades de las plantas.

3. Cultivos de Cobertura e Intercultivo de Leguminosas

En lugar de dejar campos desnudos entre cultivos comerciales—lo que expone el suelo a erosión y degradación UV—los agricultores regenerativos establecen comunidades de cultivos de cobertura, particularmente leguminosas fijadoras de nitrógeno (tarwi, veza, trébol). Estas especies protegen la estructura del suelo, acumulan nitrógeno atmosférico, suprimen malezas mediante presión competitiva y proporcionan recursos adicionales de pastoreo o nutricionales.

En contextos andinos peruanos, la siembra de especies de leguminosas dentro de cultivos primarios aumentó la productividad de papa en un 27% mientras simultáneamente construía stocks de carbono en el suelo mediante mayor deposición de materia orgánica y reducción de erosión.

4. Agroforestería: Fábricas de Carbono Multi-Estrato

La agroforestería integra plantas leñosas (árboles y arbustos) con cultivos anuales o pastizales en sistemas espacialmente organizados que imitan la estructura del bosque natural mientras producen alimentos y madera. Los componentes leñosos proporcionan múltiples funciones: captura de carbono mediante biomasa aérea, enriquecimiento del suelo mediante descomposición de hojarasca, amelioración del microclima mediante regulación de sombra, e ingresos diversificados mediante madera, frutas y otros productos.

La investigación en la región amazónica de Perú (Madre de Dios) cuantificó la capacidad de captura de carbono de la agroforestería: sistemas que combinan árboles de castaña, especies maderables (Pashaco, Teca) y cacao o copoazú generaron stocks promedio de carbono aéreo de 28.37 toneladas/hectárea combinados con 11.83 toneladas/hectárea de hojarasca, totalizando 40.2 toneladas de carbono equivalente por hectárea. Especies maderables como Castaña (6.71 t/ha) y Pashaco (3.55 t/ha) superaron sistemas de cacao de propósito único (4.07 t/ha).

Esta capacidad de almacenamiento de carbono excede la de muchos tipos de bosque mientras simultáneamente produce productos comercializables—fundamentalmente diferente de estrategias de conservación que renuncian a ingresos productivos. Las perennes leñosas establecen resiliencia contra la volatilidad de precios que afecta los cultivos anuales de commodities; si los precios de mercado colapsan para un producto, las fuentes de ingresos diversificadas amortiguan los medios de vida de los agricultores.

5. Compostaje: Reciclaje de Materia Orgánica

El compostaje representa la tecnología ancestral de descomposición controlada de materia orgánica, transformando residuos de cultivos, estiércol y otros desechos orgánicos en humus rico en nutrientes. En lugar de exportar nutrientes fuera de las tierras agrícolas (como ocurre cuando los residuos de cultivos se queman o remueven), el compostaje devuelve fertilidad al suelo, reduciendo la dependencia de fertilizantes sintéticos y construyendo stocks de materia orgánica a largo plazo.

En la práctica peruana, el compostaje (particularmente con estiércol animal—harina de gallina en contextos alto-andinos) aumentó sustancialmente los nutrientes disponibles, mejoró la estructura del suelo y apoyó comunidades microbianas beneficiosas mientras reducía los costos agroquímicos.

Resultados Cuantificados: Desde Campos de Papa Andinos hasta Agroforestería Amazónica

El poder transformador de la agricultura regenerativa se hace evidente mediante resultados empíricos de implementaciones peruanas:

Ganancias de Productividad: La producción de papa a gran altitud aumentó la productividad en un 27% mediante prácticas regenerativas (labranza mínima, intercultivos de leguminosas y aplicación optimizada de fungicidas usando herramientas de precisión). Esta ganancia ocurrió mientras simultáneamente se reducían insumos, creando un escenario de doble beneficio de mayores rendimientos con menores costos.

Reducción de Huella de Carbono: Las mediciones de huella de carbono agrícola disminuyeron más del 70% en regiones que implementan protocolos regenerativos. Esta reducción refleja múltiples mecanismos: consumo reducido o eliminado de combustible de tractores (labranza cero evita arado repetido), emisiones de manufactura de pesticidas eliminadas, necesidades reducidas de fertilizantes sintéticos (las leguminosas fijadoras de nitrógeno sustituyen al nitrógeno industrial), y aumento de stocks de carbono aéreos y del suelo.

Viabilidad Económica: Las ratios de beneficio-costo alcanzaron 1.6, lo que significa que cada dólar invertido en transición a prácticas regenerativas retornó US$1.60 en beneficios económicos dentro de un período inicial de dos años. Este retorno excepcional refleja precios más altos de productos sostenibles certificados, costos de insumos reducidos, rendimientos mejorados y potenciales ingresos de créditos de carbono—haciendo la transición económicamente racional incluso antes de considerar co-beneficios ambientales.

Reducción Agroquímica: El uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos disminuyó significativamente (aproximadamente 65%) mediante manejo biológico de plagas, fijación de nitrógeno por leguminosas y fertilidad mejorada del suelo que permite a las plantas resistir enfermedades. Para pequeños agricultores en regiones económicamente limitadas, los costos de insumos reducidos se traducen directamente en ingresos domésticos mejorados y exposición reducida a compuestos tóxicos.

Desarrollo de Capacidades: Más de 500 pequeños productores en territorios andinos peruanos recibieron capacitación especializada en técnicas regenerativas adaptadas a sus contextos agroecológicos específicos, creando un efecto multiplicador de conocimiento cuando los agricultores capacitan a pares mediante parcelas de demostración y redes de extensión de agricultor a agricultor.

Captura de Carbono y la Oportunidad de Mercado: De la Captura a los Ingresos

La acumulación de carbono en el suelo de la agricultura regenerativa crea una nueva fuente de ingresos mediante mercados de créditos de carbono—uno de los instrumentos de más rápido crecimiento en finanzas climáticas.

El Contexto del Mercado Global de Carbono

El mercado voluntario de carbono—donde las empresas compran créditos de carbono para compensar emisiones—alcanzó una valuación de US$2 mil millones en 2023 y se proyecta expandir a US$50 mil millones para 2030, representando un crecimiento del 2,400% en siete años. Esta expansión explosiva refleja compromisos corporativos de carbono neto cero, presiones regulatorias (Singapur ahora impone impuestos al carbono haciendo las compensaciones económicamente atractivas) y el reconocimiento de que la remoción de carbono mediante agricultura y reforestación representa una de las vías de reducción de emisiones más costo-efectivas.

Dinámicas de Precios y Potencial de Ingresos para Agricultores

Los créditos de carbono típicamente se comercian a US$6.53 por tonelada de CO₂ equivalente en mercados voluntarios base. Sin embargo, créditos con co-beneficios verificados (conservación de biodiversidad, protección de cuencas, beneficios comunitarios) demandan primas de precio, promediando US$8.11/tCO₂e. Los créditos de mayor valor—representando remoción permanente de carbono de la atmósfera en lugar de reducciones temporales de emisiones—alcanzan US$15.91/tCO₂e, reflejando la disposición del comprador a pagar por máximo impacto climático.

Para un agricultor peruano implementando agroforestería que captura 40 toneladas de carbono por hectárea, incluso estimaciones conservadoras a US$6.53/tCO₂e se traducen en US$261 en ingresos anuales por hectárea una vez que el sistema madura. A US$8.11/tCO₂e con co-beneficios, los ingresos anuales alcanzan US$325/hectárea—sustancial para productores pequeños operando en tierras económicamente marginales.

El gobierno peruano ha reconocido esta oportunidad: en el Foro de Carbono Perú 2025, MIDAGRI anunció que 36 proyectos agrícolas y forestales están actualmente en desarrollo con potencial para reducir más de 20 millones de toneladas de CO₂ equivalente anualmente mediante prácticas regenerativas y reforestación. Estos proyectos, una vez registrados en el Registro de Carbono de Perú (RENAMI), pueden monetizar su captura de carbono a través de canales de mercado.

Carbon Farming: Del Concepto al Marco de Implementación

Carbon farming representa la integración explícita de objetivos de captura de carbono en la planificación agrícola, distinguiéndose de la agricultura regenerativa convencional mediante contabilidad consciente de carbono e integración de mercado.

La Unión Europea proporciona una plantilla de política para la expansión de carbon farming. La comunicación de la Comisión Europea de diciembre de 2021 sobre ciclos de carbono sostenibles estableció un marco que Perú podría replicar parcialmente:

  • Mejor gestión de conocimiento y datos: Los agricultores requieren metodologías transparentes de contabilidad de carbono, sistemas de monitoreo basados en satélites y servicios de asesoría personalizados que cuantifiquen sus cambios en stocks de carbono.
  • Marcos estandarizados: En lugar de depender de múltiples estándares voluntarios (Gold Standard, Verra), Perú podría desarrollar protocolos de certificación de carbono nacionalmente reconocidos, reduciendo costos de verificación para pequeños productores.
  • Transparencia de precios: Crear registros públicos de precios de créditos de carbono ayuda a los agricultores a comprender dinámicas de mercado y negociar términos favorables con intermediarios.
  • Desarrollo de capacidades: Los pequeños agricultores carecen de expertise en contabilidad de carbono, verificación de créditos y acceso a mercados, requiriendo asistencia técnica financiada por el gobierno.

Potencial de Carbon Farming de Perú

Críticamente, gran parte del potencial de carbon farming peruano permanece subdesarrollado porque los legisladores y agricultores aún asocian la captura de carbono principalmente con bosques y la Amazonía en lugar de reconocer que los suelos agrícolas representan un sumidero de carbono igualmente estratégico. Esta brecha de percepción crea una ventaja significativa para los primeros adoptantes de productores agrícolas y regiones que se posicionan como pioneros del carbon farming.

El reconocimiento del gobierno peruano de esta oportunidad se está fortaleciendo: MIDAGRI ahora coordina el establecimiento de mecanismos de financiamiento, apoyo técnico y vínculos de mercado para permitir la participación de pequeños agricultores en mercados de carbono, abordando barreras históricas de acceso a crédito, conocimiento técnico y redes de compradores.

Modelos de Implementación: Escalando de Piloto a Producción

El Modelo de Agroforestería KAJVE Apoyado por FAO

BASF, en asociación con CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical) y Solidaridad, implementa el modelo de agroforestería KAJVE en comunidades productoras peruanas. En lugar de prescribir un sistema único, KAJVE proporciona un marco de diseño que permite a los agricultores integrar árboles, cultivos y pastizales según condiciones agroecológicas locales y preferencias de medios de vida. El modelo enfatiza:

  • Restauración de fertilidad del suelo mediante árboles fijadores de nitrógeno y mulching de residuos
  • Aumento de resiliencia mediante fuentes diversificadas de ingresos y alimentos
  • Integración de conocimiento comunitario combinando prácticas indígenas con evidencia científica
  • Vínculos de mercado para productos alimenticios y maderables
  • Preparación para créditos de carbono mediante seguimiento documentado de captura

Apoyo Gubernamental a Través de INIA y MIDAGRI

El Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA) conduce investigación aplicada validando técnicas regenerativas adaptadas a las diversas zonas agroecológicas de Perú, desde los altos Andes hasta la cuenca amazónica. Mientras tanto, el Programa de Extensión Universitaria (PEU) “Cultivando Talentos” de MIDAGRI capacita anualmente a 30 graduados universitarios en extensión de agricultura regenerativa, creando un nuevo cuadro de especialistas técnicos capaces de apoyar la adopción de agricultores a escala.

El calendario de eventos agrícolas 2025 de MIDAGRI incluye múltiples actividades de desarrollo de capacidades—talleres sobre manejo de suelos, sistemas de labranza mínima, producción de compost orgánico y establecimiento de agroforestería—reduciendo barreras al aprendizaje de agricultores. La estrategia emergente de carbon farming de la agencia busca conectar pequeños productores con mercados de créditos de carbono mediante organizaciones intermediarias, simplificando procesos complejos de verificación y comercialización.

Desafíos y Respuestas Estratégicas

A pesar del potencial excepcional, la agricultura regenerativa enfrenta obstáculos de implementación:

Complejidad del Período de Transición: La mayoría de prácticas regenerativas requieren 3-5 años para que la biología del suelo se recupere completamente y los stocks de carbono se acumulen significativamente, creando un período de transición donde los agricultores podrían experimentar rendimientos reducidos antes de que surjan mejoras de productividad. Abordar esto requiere financiamiento de transición, apoyo gubernamental de ingresos o seguros, o precios premium de compradores para productos en fase de transición.

Barreras de Conocimiento: Los pequeños agricultores carecen de acceso educativo a principios regenerativos, requiriendo inversiones en sistemas de extensión y redes de aprendizaje de agricultor a agricultor más intensivas que la transferencia tecnológica tradicional.

Acceso a Mercados: La monetización de créditos de carbono requiere capacidades sofisticadas de verificación, registro y navegación de mercado más allá del alcance típico del agricultor, necesitando consolidación cooperativa o proveedores de servicios intermediarios.

Seguridad de Tenencia de Tierra: La monetización de créditos de carbono presupone tenencia segura de tierra; los productores sin título formal no pueden comprometerse creíblemente a contratos de almacenamiento de carbono multi-anuales, destacando por qué la reforma agraria y formalización de tierras se convierten en precondiciones para la transformación agrícola.

Visión Estratégica: Agricultura Regenerativa como Futuro Climático y Económico de Perú

Para 2030, Perú tiene el potencial de posicionar la agricultura regenerativa como estrategia de desarrollo central, combinando tres objetivos:

Mitigación Climática: Escalar prácticas regenerativas en los más de 7 millones de hectáreas de tierras agrícolas de Perú podría capturar cientos de millones de toneladas de CO₂, contribuyendo sustancialmente a la Contribución Determinada Nacionalmente de Perú (30% de reducción de emisiones para 2030) bajo el Acuerdo de París.

Prosperidad Rural: Nuevos ingresos de créditos de carbono, combinados con costos de insumos reducidos, demandas de trabajo reducidas (especialmente en sistemas de labranza cero) y precios premium por alimentos producidos regenerativamente, podrían elevar cientos de miles de familias rurales por encima de umbrales de subsistencia mientras permiten que los medios de vida agrícolas sean económicamente viables y ambientalmente restaurativos.

Seguridad Alimentaria: Suelos con materia orgánica restaurada, biodiversidad diversificada y ciclaje de nutrientes equilibrado producen cultivos más resilientes, más resistentes a variabilidad climática (sequía, lluvia excesiva, temperaturas extremas) y enfermedades. Esta resiliencia agrícola mejorada se traduce directamente en seguridad alimentaria doméstica y estabilidad dietética nacional.

Perú está en un punto de inflexión: la agricultura puede continuar siguiendo caminos extractivos, dependientes de químicos y emisores de carbono hacia el inevitable agotamiento del suelo, o adoptar enfoques regenerativos que simultáneamente producen alimentos, capturan carbono, emplean poblaciones rurales, restauran ecosistemas y cumplen compromisos climáticos internacionales. La evidencia demuestra cada vez más que el camino regenerativo es económicamente superior, ambientalmente imperativo y socialmente justo—requiriendo voluntad política en lugar de innovación tecnológica para escalar desde parcelas de demostración hasta transformación nacional.