Tarwi: El Superalimento Andino que Renace como Tesoro Nutricional y Patrimonio del Perú

El tarwi —también conocido como chocho, lupino andino o soya de los Andes— es una de las legumbres más emblemáticas del mundo andino y uno de los superalimentos peruanos más completos desde el punto de vista nutricional. Su nombre científico, Lupinus mutabilis, es bien conocido por investigadores, nutricionistas y agricultores que hoy impulsan un renacimiento global de este cultivo ancestral que ha sustentado la alimentación de poblaciones altoandinas durante milenios.

Dotado de un perfil nutricional excepcional y de una resiliencia agrícola única, el tarwi se posiciona en pleno siglo XXI como un cultivo clave para la seguridad alimentaria, la sostenibilidad agrícola y el desarrollo rural del Perú.


Orígenes Milenarios y Profunda Significación Cultural

El tarwi tiene un pasado estrechamente vinculado a las culturas prehispánicas del Perú, que lo domesticaron y valoraron como alimento fundamental:

Presencia Arqueológica

Hallazgos en tumbas de la cultura Nazca (100–500 a. C.) confirman que el tarwi era cultivado y consumido desde tiempos remotos. Asimismo, aparece representado en cerámicas de Tiahuanaco (500–1000 d. C.), lo que evidencia su importancia dentro de los sistemas alimentarios andinos.

Declive en la Era Colonial

Con la llegada de los españoles, legumbres europeas como las habas y las arvejas desplazaron al tarwi. Su sabor amargo —producto de sus altos niveles de alcaloides— y la ausencia de técnicas de desamargado en la agricultura europea contribuyeron a su reducción. Aun así, las comunidades indígenas mantuvieron viva su diversidad genética mediante la preservación de semillas.

Revalorización Contemporánea

Desde comienzos de los años 2000, políticas públicas, investigaciones y mayor conciencia nutricional han impulsado un renacimiento del tarwi como patrimonio cultural, superalimento estratégico y alternativa para enfrentar anemia, desnutrición y pobreza rural.


Zonas de Cultivo y Variedades Regionales

El tarwi se adapta a las duras condiciones de los Andes peruanos entre los 1,500 y 3,850 msnm, con óptimo desarrollo entre 2,000 y 3,800 msnm.

Regiones Productoras Principales

  • La Libertad (28% de la producción total)
  • Cusco
  • Apurímac
  • Huánuco
  • Cajamarca
  • Ancash
  • Junín
  • Puno

Variedades Regionales Destacadas

  • Tarwi (Centro y Sur): escasa ramificación, maduración media-tardía, moderada tolerancia a antracnosis.
  • Chocho (Norte de Perú y Ecuador): muy ramificado, de maduración tardía, mayor pilosidad, algunos ecotipos son bianuales.
  • Tauri (Altiplano de Puno y Bolivia): plantas pequeñas (1 a 1.4 m), maduración muy temprana, pero susceptible a antracnosis.
  • Variedades Precoz de Puno: requieren menos de 170 días para madurar, proporcionando ingresos rápidos a los agricultores.

Características Botánicas y Físicas del Cultivo

El tarwi es una planta herbácea erecta que puede alcanzar entre 1.8 y 2 m de altura (y 1 a 1.4 m en variedades enanas). Su sistema radicular profundo contribuye a la fijación de nitrógeno, mejorando la salud del suelo.

Su crecimiento es indeterminado, con floración continua durante la temporada, alcanzando su máximo entre febrero y marzo, época celebrada en festivales como el Pawkar Raymi en Ecuador y en diversas ceremonias andinas en Perú.

Cada planta produce múltiples vainas con 2 a 4 semillas, mostrando una gran plasticidad para adaptarse a suelos pobres, climas fríos, sequías y áreas marginales donde otros cultivos no prosperan.


Un Perfil Nutricional Inigualable

El tarwi es uno de los alimentos vegetales más completos del mundo:

Proteínas (41–51%)

Supera a legumbres como la soya y contiene lisina, esencial para la formación muscular y la absorción de calcio.

Grasas Saludables (15%)

Rico en omega 3, 6 y 9, fundamentales para el sistema nervioso, el corazón y las funciones celulares.

Carbohidratos (28.2%)

Mucho más bajos que en otras legumbres, lo que lo hace ideal para personas con diabetes.

Fibra (7.1–9.6%)

Contribuye a la salud digestiva, la microbiota y el control del colesterol.

Minerales Esenciales

Aporta calcio (15% de la recomendación diaria), hierro (10%), magnesio, zinc y potasio.

Comparación Nutricional

  • Doble de proteína que la quinoa
  • Triple proteína respecto al arroz
  • En algunos ecotipos supera a la soya tanto en proteína como en grasa

Beneficios para la Salud y Usos Medicinales

El consumo regular de tarwi ofrece:

  • Apoyo nutricional a niños, gestantes y madres lactantes
  • Alternativa para intolerantes a la lactosa
  • Control glucémico para personas con diabetes
  • Propiedades renales y depurativas conocidas en medicina tradicional
  • Acción laxante natural
  • Reducción del estrés gracias al triptófano
  • Protección cardiovascular por omega y fibra
  • Refuerzo del sistema inmune

El Reto del Amargor: Procesamiento y Desamargado

El tarwi contiene alcaloides (lupanina, angustifolina) que le dan su característico amargor y requieren eliminación.

Método Tradicional

  1. Remojo inicial de 3 horas
  2. Hidratación nocturna
  3. Cambios de agua diarios por 3–5 días
  4. Entre 10 ciclos de cocción y reposo
  5. Eliminación de los alcaloides visibles en el agua amarillenta

Método Científico Optimizado

  • 13 horas de hidratación
  • 3 días de lavado con cambios cada 2 horas
  • Proporción agua–tarwi: 2.5:1
  • Hasta 98% de extracción de alcaloides sin perder proteínas

El agua residual, rica en alcaloides, requiere tratamiento especializado; las resinas catiónicas han demostrado alta eficacia para su purificación.


Cocina y Gastronomía: Del Ande a la Mesa Global

El tarwi es protagonista de platos tradicionales y modernos:

  • Ceviche de chocho
  • Sopas y caldos andinos
  • Estofados y guisos
  • Purés y cremas
  • Derivados modernos: harina de tarwi, leche vegetal, panes fortificados

Su textura firme y sabor suave lo convierten en un ingrediente ideal en la gastronomía contemporánea.


Valor Agrícola y Ambiental

El tarwi contribuye a la agricultura sostenible:

Fixación de Nitrógeno

  • 160–350 kg/ha (Cusco)
  • 280–501 kg/ha (Colombia)

Equivalente a 7–15 aplicaciones de fertilizante sintético.

Mejora del Suelo

Favorece la fertilidad y estructura del suelo en sistemas de rotación.

Control Natural de Plagas

Gracias a sus alcaloides.

Resiliencia Climática

Altamente resistente a sequías, heladas y suelos pobres.


Producción y Exportaciones

  • 2024: 13,000 toneladas en 22,000 ha
  • 2021: 15,790 toneladas
  • Más de 30,000 familias viven del cultivo
  • Exportaciones 2024: US$ 962,000 (principal destino: Ecuador)

Reconocimiento Nacional e Impulso Estatal

  • Día Nacional del Tarwi: 3 de septiembre (RM N.° 0104-2021-MIDAGRI)
  • Guinness World Record 2025: preparación de la ensalada de tarwi más grande del mundo (1,200 kg), con apoyo de MIDAGRI, FAO, USIL y Danper

Desafíos del Sector y Perspectivas de Futuro

Entre los principales retos:

  • Aumentar el rendimiento (el potencial es 3,500–5,000 kg/ha)
  • Ampliar la superficie cultivada
  • Modernizar el procesamiento y desamargado
  • Impulsar la industrialización y cadenas de valor

Una apuesta estratégica para el Perú

El tarwi no es solo un alimento: es un patrimonio vivo, una herramienta contra la anemia y la desnutrición, un aliado para la agricultura sostenible y una promesa económica para miles de familias andinas.

Su revalorización actual, apoyada por el Estado, la academia y la cooperación internacional, apunta a convertirlo en uno de los pilares del desarrollo agrícola del Perú en las próximas décadas.