Río Puyango-Tumbes agoniza por contaminación por relaves mineros

La contaminación del río transfronterizo Puyango-Tumbes, que atraviesa el frágil ecosistema del bosque seco tropical, continúa representando un severo peligro ambiental para ciudadanos peruanos y ecuatorianos, y todo parece indicar que aún no habrá una solución en un largo tiempo.

Actualmente, el río enfrenta problemas de contaminación. En donde nace el Puyango, en la zona montañosa de la provincia ecuatoriana de El Oro, hay minería legal e ilegal y gran parte de los desechos de la tierra procesada para sacar el oro y otros metales se arrojan a los afluentes sin ningún tratamiento.

La contaminación va directamente hacia el río Calera, que aguas abajo se une con el Amarillo, donde también se descargan relaves de otras zonas, aunque en menor medida. Estos dos afluentes luego se unen con el río Pindo, para formar el ecuatoriano Puyango, que toma el nombre de río Tumbes tras cruzar la frontera con Perú.

Según los estudios efectuados, en estas aguas se constató valores críticos de cianuro, plomo, arsénico, cadmio, entre otros metales que superan los valores máximos permitidos para ser considerada agua de consumo humano.

“Tumbes cuenta con 250 mil habitantes. Desde hace 30 años atrás hemos estado consumiendo esta agua con plomo, arsénico y cadmio, por lo que han sido entre 5 mil a 6 mil muertes hasta el momento”, señaló Francisco Barreto Silva, presidente de la Federación Regional Agraria de Tumbes. La contaminación en el río transfronterizo afecta a casi 15 mil hectáreas de cultivos bajo riego, como el arroz, limón, plátano, entre otros.

Por su parte, el ingeniero Ángel Loayza Romero, de la asociación ciudadana ecuatoriana “Un Zaruma para Todos”, indicó que la actividad minera ha violado todo el marco legal relacionado con el tema ambiental.

Durante años, los gobiernos de Perú y Ecuador han propuesto diversos acuerdos, pero no llegaron a nada. Se han presentado demandas ante la Organización de Estados Americanos (OEA) contra el gobierno ecuatoriano por la contaminación del río.

Mientras se espera la sentencia correspondiente, los agricultores continuarán usando agua no saludable para sus campos agrícolas.

Para leer el informe completo, puede descargar la edición N° 492 de la revista Agronoticias a través de este enlace.