

Tras observar que la necesidad de aporte de material orgánico a los suelos costeros para su mejora de calidad conlleva en muchas situaciones a disturbar los suelos naturales de la serranía con su consecuente severo impacto ambiental, la empresa Inproyen desarrolló, como solución efectiva, un eficaz sustrato a partir de residuos o subproductos agro-industriales.
Inproyen ha logrado el financiamiento de Innóvate Perú para ejecutar el proyecto “Desarrollo de enmiendas a base de residuos agroindustriales para mejorar la calidad de suelos destinado al cultivo de arándanos en La Libertad”.
El especialista en recuperación de suelos y gerente general de Inproyen, Dr. Diego Arán Ferreiro, señaló que el proyecto inició en 2020 y fue para el arándano, por ser un cultivo estrella de la agroexportación peruana.
“El objetivo del proyecto es demostrar que podemos generar suelos fértiles para el arándano a partir de enmiendas obtenidas de la valorización de residuos y que estas acciones permiten generar un modelo de aprovechamiento que minimice o elimine el deterioro actual de los suelos que están extrayendo en otras zonas del país”, dijo a Agronoticias.
Indicó que uno de los problemas que encontraron fue que se realizaban malas prácticas ambientales que degradaban los suelos. Por tal motivo, plantearon crear suelos o sustratos ajustados al cultivo y zona, obtenidos de la valorización de residuos de diferentes agro-industrias.
“En minería creamos Tecnosoles, que son suelos creados por el hombre. Entonces, si lo hacemos para minería, que es un ambiente complejo, también lo podemos hacer para resolver problemas del sector agrícola. En este rubro ingresamos con el diseño de los “Agrotec” y todo lo que son tecnosoles destinados al agro. El enfoque es modificar o adecuar el suelo a la condición que necesita el cultivo, más que alimentarlo únicamente por el agua”, aseveró.
Ahora, ¿qué diferencia el sustrato para el arándano de otros que han elaborado?, según el Dr. Diego Arán Ferreiro, lo más relevante es la acidez. “Se generó un sustrato más ácido, con un pH entre de 5 a 5.5, lo ideal para el berrie”.
La firma ha realizado pruebas experimentales en Piura, Cajamarca y La Libertad, que confirman que con el uso de este producto se puede llegar a reducir hasta en un 35% el uso de fertilizantes. Además, favorece la retención hídrica, por lo que reduce el consumo de agua y, lo que es mejor, se puede incluir, según el requerimiento, agentes de control biológicos para la actuación contra plagas.
Para leer el informe completo, puede descargar la edición N° 490 de la revista Agronoticias a través de este enlace.
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