El Establo| Importancia de una buena crianza de terneras

La parte más difícil de la crianza es desde el nacimiento hasta el destete.

Muchos ganaderos luego del destete se olvidan de las terneras hasta que llegan a la edad de servicio o inclusive hasta que paren.

La inversión más grande de un hato es la crianza y las vaquillas y vaquillonas cuestan y no producen ingresos hasta que paren y comienzan a producir  leche.

Es por ello que es crítico tratar de llegar al tamaño y peso para el servicio y preñarlas lo antes posible. Cada día de la crianza cuesta aproximadamente 5 dólares y si uno tiene 100 terneras y pierde 20 días, esto representa 10,000 dólares al año.

Es dinero que gastamos y no ingresa. En este sentido, debemos ser muy cuidadosos con la alimentación y cuidado de las terneras porque, además, son el futuro de la ganadería.

Cuando miramos el impacto económico que tiene un buen manejo de la recría, nos damos cuenta que podemos tener más ingresos cuidando los detalles, como la alimentación y la disponibilidad de agua, para que los animales ganen peso en lugar de perderlo.

Cuando detectamos a una ternera con problemas respiratorios (neumonía) es mejor descartarla, ya que no logrará su potencial genético y será un dolor de cabeza porque ocasionará muchas pérdidas.

Los  órganos más débiles de las vacas son los pulmones. Si estos no se desarrollan bien o sufren de neumonía, se estará hipotecando el futuro de la vaca. Lo que es peor, habremos gastado en la crianza y cuando paran no darán leche al nivel de su potencial genético y, casi con seguridad, tendrán retención de placenta, dificultad de parto, cetosis y terminarán en el camal ocasionando una perdida aún mucho mayor.

Es preferible enfocarse en los animales que si tienen potencial e invertir y cuidarlos para que sean los mejores productores. Eso asegurará el éxito en la crianza.

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