Facebook Twitter Instagram Soundcloud Youtube Email Enlace
  • viernes 19 de abril del 2024

Fruticultura nacional, la visión de la UNALM

La Universidad Nacional Agraria La Molina señala que los pequeños fruticultores necesitan capacitación y tecnológicas para incrementar su productividad.

25 de abril del 2022

En marco a la Semana Nacional de las Frutas y Verduras, la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), destaca las múltiples acciones que realiza en la fruticultura en el Perú, por medio de su Programa de Investigación y Proyección Social (PIPS) en Frutales, que genera conocimientos mediante la realización de investigación básica y aplicada en las especies frutales de importancia nacional, así como la difusión de conocimientos que permitan mejorar el manejo comercial de estas especies.

Para este fin, recibe a las asociaciones, cooperativas, microempresas, empresas y comunidades que buscan capacitaciones para potenciar sus cultivos frutales.

El Mg.Sc. Alejandro Pacheco, docente e investigador de la Facultad de Agronomía y jefe del PIPS en Frutales de la UNALM, menciona que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de fruta por persona debería bordear los 146 kilogramos.

No obstante, según la última Encuesta Nacional de Hogares (2019) el consumo per cápita es de aproximadamente 55 kilogramos. “Bajo ese panorama, el fruto más demandado por las familias es, en orden descendente: el plátano, mandarina, naranja, piña, palta y manzana. Todos ellos y en el mismo orden también son los frutos más accesibles desde el punto de vista económico”, refiere.

La realidad de la fruticultura nacional

El profesor Pacheco sostiene que la actividad frutícola nacional se puede dividir en aquella desarrollada por pequeños y medianos productores, que involucra a la mayor cantidad de unidades agrícolas y ,por otro lado, la gran agricultura desarrollada por grandes empresas exportadoras, destacando que la situación de cada una es distinta.

“Los pequeños y medianos productores se encuentran sujetos a limitaciones sociales y económicas. Muchos de los productores rondan los 60 a 70 años y no han recibido una formación educativa sólida que les pueda brindar herramientas para enfrentar situaciones de negociación y capacitación. Solo aquellos con hijos que hayan decidido ejercer la actividad y no migrar hacia las ciudades son los que evidencian mejoras importantes en los rendimientos de sus campos”, indica el ingeniero Pacheco.

En contraste, señala, que las empresas agroexportadoras cuentan con un capital proveniente de otras actividades económicas, como la minería, el sector inmobiliario, entre otras. La preparación de su gerencia y personal técnico es superior. Además de la tecnología que implementan, por lo que el manejo agronómico es de otro nivel y resulta factible lograr altos rendimientos.

El experto concluye en que los pequeños y medianos productores requieren de mayor atención técnica para mejorar sus rendimientos. Desde el lado de las agroexportadoras, tenemos incluso los mejores rendimientos de producción a nivel mundial, por lo que la atención debería ir dirigida hacia la apertura de nuevos mercados y a la consolidación de los ya existentes asegurando fruta de alta calidad, destaca.

Frutas de exportación

El ingeniero Pacheco argumenta que nuestro país tiene una amplia cartera de productos frutícolas que ofrece al exterior. En el 2021 la uva de mesa se ha posicionado como la principal fruta exportada (1,254 millones de dólares FOB), seguido muy de cerca por el arándano (1,205 millones de dólares FOB), ambos con casi el mismo porcentaje de crecimiento respecto a los años anteriores (≈ 20 %).

En el tercer lugar encontramos a la palta (1,048 millones de dólares FOB), que pese a esa posición su crecimiento respecto al año 2020 ha sido cercano al 40 %, evidenciando la amplia extensión que está teniendo este cultivo hacia nuevas zonas, entre ellas en quebradas y valles interandinos.

Más abajo encontramos al mango, mandarinas y banano con 324, 215 y 146 millones de dólares FOB, respectivamente. Un año más en que las frutas ocupan los tres primeros lugares y ubica seis posiciones dentro del top ten del total de nuestras agroexportaciones.

Enfermedades en la fruticultura

El investigador molinero, destaca las enfermedades más frecuentes en diversas frutas, entre ellas: bajo situaciones de alta humedad relativa y temperaturas medias podemos encontrar al mildiú en la vid (Plasmopara viticola), a la mancha grasienta en los cítricos (Mycosphaerella citri) y la roña del manzano (Venturia inaequalis). Asimismo, en zonas de alta precipitación están los hongos foliares como el ojo de gallo (Mycena citricolor) y cercosporiosis (Cercospora sp.) en cítricos, pero bajo altas infestaciones también atacan a frutos como la lepra de duraznero (Taphrina deformans) y a la antracnosis en papayo (Colletotrichum gloeosporioides).

Asimismo, cuando se analiza el material más leñoso, los frutales como el manzano, palto, vid y chirimoyo son atacados frecuentemente por el hongo de madera Lasiodiplodia sp. “La enfermedad poco a poco va consumiendo el interior de ramas lignificadas por lo que el cultivo puede ir perdiendo su potencial productivo a lo largo del tiempo”, informa.

También, informa que el pseudo-hongo Phytophthora sp. causa las mayores pérdidas en palto y cítricos. Verticillium sp. y Fusarium sp. causan problemas en los cultivos de banano, fresa y frambuesa. Todos ellos, al comprometer las raíces provocan un decaimiento del follaje, dando la apariencia de falta de agua en el cultivo.

“Cuando hablamos de otros frutales suculentos como las cactáceas tenemos que enfrentar problemas de pudrición ocasionadas por Erwinia carotovora, más aún en un cultivo de potencial crecimiento como la pitahaya, en donde los campos ya instalados están presentando esta problemática de manera frecuente”, indica Pacheco.

Uso de la ciencia y tecnología

Ante lo expuesto, el profesor Pacheco informa que la UNALM realiza trabajos de evaluación de plantaciones en alta densidad para poder aprovechar al máximo las pequeñas áreas productivas con las que cuentan los fruticultores en sus regiones. “Bajo esas densidades e implementando un sistema de poda adecuado, las plantas se logran mantener de menor tamaño, lo que favorece su manejo agronómico y así se logra mejorar sus rendimientos”.

Por otro lado, indica que se desarrolla trabajos de investigación dirigidos a la identificación de entomofauna que participa en la polinización de cultivos de importancia nacional, uno de ellos es el chirimoyo. Con ello, se busca reducir los costos que comprende polinizar manualmente cada flor (actividad que presenta limitaciones al requerir personal capacitado y al trabajar con árboles muy grandes) al poder criar y liberar pequeños coleópteros del género Europs sp. y Carpophilus sp. entre otros.

“Sabemos que la agricultura moderna está desistiendo más del uso de agroquímicos muy tóxicos y la tendencia hacia el uso de insumos que tengan el menor impacto ambiental y riesgo alimentario ya es una realidad. Así, nuestra institución viene elaborando ensayos de eficacia de bioestimulantes, biocidas y agentes biológicos con el fin de validar su uso a nivel nacional y poner a disposición nuevos y mejores insumos para la actividad frutícola”, argumenta.


Opiniones / Comentarios de otras personas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

No te pierda las últimas noticias

Registrate con una cuenta gratuita y recibiras toda la noticia sobre sus temas favoritos.

Anterior