¡No al desperdicio del agua, si a la reutilización!

Por: Diana Trinidad

Sin agua no hay alimentos. Así de contundente es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al explicar el problema de escasez de agua, que en algunos países como el nuestro lo han vivido solo transitoriamente. Por lo mismo, cambiar los malos hábitos en su manejo y aprovechamiento es obligatorio. Si no lo hacemos, la demanda hídrica podría aumentar en un 50% en el año 2030.

Debemos focalizar los esfuerzos en los siguientes puntos para salvaguardar este preciado recurso:  

1. Agricultura

La agricultura es una de las principales causas y, simultáneamente, una de las principales víctimas de la escasez hídrica. Demanda casi el 70% de todas las extracciones de agua a nivel global, incluso  95% en algunos países en desarrollo. Una de los aspectos fundamentales es elegir cultivos según la disponibilidad del recurso. Por ejemplo, para producir 1 kilogramo de lentejas se necesita 1 250 litros de agua; mientras que la huella hídrica de 1 kg de carne de vacuno es 13 000 l.

2. Reutilizar las aguas

La escasez de agua como consecuencia del cambio climático es evidente. Las temperaturas altas y bajas son extremas, los episodios de sequía son más frecuentes y las lluvias empiezan a focalizarse. Todo ello afecta al sector agrario. Lo sensato es mejorar la eficiencia del riego, y en paralelo, reutilizar lo máximo que se pueda el agua dulce. Hacerlo no evitará que se produzcan las sequías, pero puede ayudar a evitar que éstas provoquen hambrunas y trastornos socioeconómicos.

3. No al desperdicio de alimentos

Desperdiciar alimentos es igual a tirar agua al suelo. Cada año un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierde o se desperdicia, lo que se traduce en un volumen de agua desaprovechada equivalente a unas tres veces el volumen del Lago de Ginebra. Todos podemos hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria para reducir el desperdicio de alimentos, desde aprovechar las sobras para cocinar hasta comprar sólo lo que necesitamos.