Arroz contra la anemia

Por: Enzo Alminagorta

Desde que Cristóbal Colón trajo el arroz a América, en su segundo viaje (3 de Noviembre de 1493-11 de junio de 1496), los habitantes del nuevo mundo han incrementado su consumo, haciendo del cereal uno de los acompañantes favoritos en su dieta. A más de 500 años de esa introducción los peruanos, por ejemplo, consumen 140 gramos por día de arroz; y si fuera fortificado, en el corto plazo podríamos reducir el elevado porcentaje de madres y niños peruanos con anemia.

¿Cómo? Tenemos las respuestas.

Según el Centro Nacional de Alimentación y Nutrición (CENAN), una de las estrategias más efectivas en el mundo, para prevenir y controlar las deficiencias de micronutrientes, es la fortificación de los alimentos. Sobre el tema tenemos la opinión del Sr. Alfredo Barandiarán Donayre, Gerente de Proyectos y Desarrollo de Agroindustrias Urbano de Brasil en Perú.

— ¿Qué debemos entender por arroz vitaminado, Sr. Barandiarán?  

—Es un arroz al cual se le ha añadido micronutrientes esenciales para el organismo, con la finalidad de contribuir eficazmente en la alimentación del consumidor de este cereal.

— ¿Qué porcentaje está vitaminado?

— Puede variar entre  0.5 y 5% en el producto final. No existe una fórmula única, ya que ello obedece a la necesidad de cada país por la ingesta de micronutrientes. En el Perú, se tiene un problema serio con la anemia, por lo que el arroz fortificado debería incluir necesariamente hierro, así como otros minerales y vitaminas.

— ¿Qué instituciones han hecho la investigación y certificación de esos contenidos?

—Existe un Comité para la Fortificación de Alimentos, que es dirigido por el CENAN y en la que participan el Programa Mundial de Alimentos, Agroindustrias Urbano de Brasil y otras instituciones públicas y privadas interesadas en el tema. Este comité está trabajando arduamente desde el 2016 en la fortificación de los alimentos, porque es el vehículo más adecuado para llevar los micronutrientes necesarios a la población.

ESTRATEGIA PROMETEDORA

— ¿Qué se está haciendo en el Perú?

— El Ministerio de Salud (MINSA) de la mano de los científicos, académicos, la industria privada y los productores arroceros están impulsando el consumo de este producto, para reducir la anemia a través de la fortificación obligatoria de arroz  El consumo de arroz promedio en nuestro país es de 140 gramos/persona/día, por lo cual la fortificación con hierro y otros micronutrientes es una estrategia prometedora para hacer frente a este problema de la salud nacional.

— ¿Qué porcentaje de la población nacional padece de anemia?

— Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar ´2016 (ENDES), el 43,3% niños menores de cinco años de edad tiene anemia, proporción mayor a la observada en el año 2012 (32,9%). En las mujeres de 15 a 49 años la prevalencia de anemia es de 20,8%, incluso el 17,8% de mujeres en edad fértil tuvo anemia leve y el 3% moderada. Según área de residencia, el porcentaje fue ligeramente mayor en el área urbana (21,1%) que en área rural (19,6%). Por región, Puno presentó la más alta proporción (62,3%), seguido de Loreto (49,9%), Pasco (49,4%), y Ucayali (47,2%). Los menores porcentajes se presentaron en Cajamarca (22,9%) y La Libertad (23,8%).  La anemia representa un problema nacional a resolver.

EXPERIENCIAS INTERNACIONALES

— ¿Qué experiencias existen en otros países respecto al consumo de este arroz?

— Hay tres opciones, no mutuamente excluyentes, para entregar arroz fortificado en un país:

1) Fortificación obligatoria.

2) Fortificación voluntaria, y

3) Fortificación a través de programas sociales.

En el mundo, hay seis países que tienen la fortificación obligatoria, es decir tienen un respaldo legal. Estos son: Costa Rica, Estados Unidos, Filipinas, Nicaragua, Panamá y Papúa Nueva Guinea. Además, Brasil, Colombia, República Dominicana, entre otros lo consumen de forma voluntaria. Los resultados en esos países son halagadores, ya que se ha podido comprobar que la adición de micronutrientes en el arroz y otros alimentos ayudó a reducir la anemia y a combatir algunas enfermedades.

—¿Podría lograrse en forma exitosa en el Perú?

— Así es. Hay que combatir la anemia, la cual lamentablemente aumenta anualmente y ataca a todos los quintiles, sin diferenciar niveles económicos ni sociales. El arroz fortificado también contribuirá en la ingesta de micronutrientes esenciales para el buen desempeño de nuestro organismo.

— ¿Los  programas sociales (PS) son una buena oportunidad?

—  Por supuesto. Por su propio diseño, focalizan a los más necesitados, aquellos que se beneficiarán de los nutrientes adicionales en el arroz fortificado.

NINGÚN AGENTE QUÍMICO

— ¿En qué consiste el proceso para obtener arroz vitaminado?

— Este es un proceso totalmente natural, es el resultado de mezclar harina de arroz, micronutrientes y agua. Estos elementos son procesados en un extrusor hasta homogenizarlos y convertirlos en un nuevo grano de arroz para su posterior mezcla con arroz normal, quedando así listo para su consumo.

— ¿Reconstituir el arroz involucra un proceso químico?

— Esta tecnología no utiliza preservantes ni agentes químicos de ningún tipo en su proceso de producción.

— ¿Los procesos alteran el tamaño, color y sabor del arroz?

— El proceso de extrusión para el arroz fortificado no altera las características señaladas, ni siquiera cuando el producto es cocinado, lo que garantiza su inmediata aceptación por el consumidor. En el Perú y en otros países se ha podido comprobar, mediante pruebas de producto, que el arroz fortificado preparado es totalmente igual a un arroz normal.

CRECE LA DEMANDA

— ¿En nuestro país se produce este arroz?

— Por el momento no existe la tecnología adecuada para producir eficazmente  arroz fortificado en nuestro país. Agroindustrias Urbano, gracias a su tecnología y alta producción, está proveyendo este producto al Perú y se encuentra en capacidad de ofrecer mayores requerimientos sin contratiempos. Estamos comprometidos en colaborar para que los peruanos puedan contar, lo más pronto posible, con el arroz fortificado, ya que las experiencias en Brasil muestran un alto grado de efectividad para combatir la anemia con el consumo de este producto.

— ¿Qué volumen de arroz fortificado importamos?  

— Por ahora el volumen nos es tan significante, se ha podido importar aproximadamente 45,000 kilos, los cuales dan como resultado cerca de  900,000 kilos de arroz fortificado listo para su consumo. El 95% de esta importación proviene de Agroindustrias Urbano de Brasil, porque en su formulación tiene un buen porcentaje de hierro. El otro 5% es de Costa Rica, pero adolece de este mineral.

PRECIOS MANEJABLES

— ¿Es más caro?

— Sí existe un costo adicional del arroz fortificado en referencia del arroz normal, esto debido a la incorporación de micronutrientes y a la utilización de tecnologías para producirlo.  Este precio puede ser mayor que el arroz normal en 3 y 10%, dependiendo de la concentración de micronutrientes. Con un incremento de 25 céntimos por kilo se puede tener 10 raciones de arroz fortificado cocinado.

— ¿Algunos señalan que el arroz integral es mucho mejor que cualquier otro arroz?

— Efectivamente, el arroz integral es una gran opción para el consumidor, porque al llevar parte de la cáscara le permite ofrecer fibra y nutrientes que el arroz normal ha perdido en el pilado. Lo que no tiene a su favor el arroz integral es el tema sensorial, porque su textura y sabor al cocinarlo difiere del arroz normal, con lo que no consigue convencer a gran parte de consumidores. Por otro lado, un pronunciamiento del MINSA señala que el consumo de arroz fortificado en los niños representa una estrategia fundamental para reducir los altos indicadores de anemia en el país.